La Coral de Los Corrales clama por la paz en su concierto de música sacra

La Coral había preparado con especial cuidado la edición trigésimo quinta de sus Jornadas, el regreso a los escenarios tras dos años de parón sanitario y uno de los conciertos principales de la celebración de sus 40 años de historia, que cumplirá el próximo 12 de junio.

Destacaron clásicos de la agrupación corraliega como el Ubi Cáritas o dos piezas magníficas de Pietro Allori sobre las últimas palabras de Jesús en la Cruz, además de otros dos temas de uno de los compositores nacionales más alabado en todo el mundo, Javier Busto. Y como siempre, explorando distintos estilos e incluso idiomas, como el precioso Ukuthula (Paz), en zulú, con María Barrio como solista. El siguiente tema contó con Vicente González a la percusión y Justi Echevarría, directora de la coral, al órgano, cediendo la batuta a Laura Salido en un tema de Josef Hadar, segundo tema étnico interpretado por la coral y tan bien acogido como el anterior, ambos también con coreografía incluida. Otra de las cuestiones que llamó la atención al público presente, las distintas disposiciones de los coralistas en muchos de los temas interpretados en un concierto muy aplaudido.

Siguiendo la actuación estuvieron el primer teniente de alcalde, Julio Arranz Ochoa, la concejala de la Coral, Esther Mendiguchía, y el concejal de Deportes y Festejos, Javier Conde. Julio Arranz destacó la calidad de una agrupación coral que «nos demuestra en cada concierto su amor por la música y el esfuerzo que supone el cuidado que pone en la elección de cada tema y en su interpretación, es un lujo tener una coral como esta y más aún que lleve el nombre de nuestro ayuntamiento allá donde va».

La Coral agradeció la presencia de las dos corales que han participado en las Jornadas, el Coro Tomás Luis de Victoria y la Coral Polifónica Ascasam, resaltando dos conciertos de gran calidad e incidió en el apoyo del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna o la colaboración de la Comunidad de los Padres Dominicos de Las Caldas de Besaya, la parroquia de San Vicente Mártir, la Hospedería Nuestra Señora de Las Caldas y los comercios y empresas «fieles a la cita cada año».