Los Corrales no olvida a Luis Andrés Samperio

Han pasado 25 años desde el asesinato en Bilbao, a manos de ETA, del inspector de la Policía Nacional Luis Andrés Samperio Sañudo, un crimen que conmocionó al pueblo en el que creció, Los Corrales de Buelna, y que tuvo como respuesta una gran manifestación de condena del terrorismo a los pocos días. Fue el 24 de abril de 1997 y la familia no ha podido olvidar. «Ni siquiera se ven las cosas diferentes, porque nunca entenderás lo que ocurrió, ni por qué, ni para qué, ni nosotros ni tantas otras víctimas de aquella barbarie, nadie es capaz de entenderlo, excepto los que lo justifican», decía esta semana su hermano, Joaquín Samperio Sañudo. «Las cosas se siguen viendo igual, no hay respuestas al por qué y para qué, nadie ha sido capaz de responderme, y entre tanto, sigues viendo como se utiliza el dolor políticamente, unos y otros, en vez de luchar por cerrar heridas». Siempre claro en sus declaraciones, el que fue concejal socialista en el Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna sigue reclamando, como ha hecho desde hace años «una revisión de toda esta situación».

Los Corrales sigue guardando en su memoria aquellos días y por eso mañana lunes se reunirá en torno a la familia, junto al monumento levantado en el complejo municipal deportivo que lleva el nombre de Luis Andrés. El alcalde, Luis Ignacio Argumosa Abascal, ha invitado a los vecinos a un acto que tendrá lugar a las seis de la tarde, con presencia de la familia, autoridades, representantes de las asociaciones de víctimas del terrorismo, de la Guardia Civil y de Policía Nacional.

La Corporación aprobó por unanimidad el 28 de mayo de 2009 la inclusión en el Registro de Títulos, Honores y Distinciones del inspector Luis Andrés Samperio como Hijo Adoptivo, la distinción honorífica más importante de la localidad. En la misma sesión plenaria se aprobó, igualmente por unanimidad, dar el nombre de la única víctima de ETA en la localidad al complejo deportivo municipal. En ambos casos con el beneplácito de la familia, que agradecía, como ahora, el apoyo de la Corporación.

En ese complejo se levantó el monumento a la memoria de Luis Andrés. «Es un orgullo y siempre estaré muy agradecido. Tanto tiempo después, que te llame el alcalde y te diga que quiere organizar un homenaje también nos llena de orgullo y nos sigue ayudando, todas las muestras de cariño te siguen ayudando».

Como acto premonitorio, la placa del monumento reza: 'Algún día el ruido de la violencia se acallará por el efecto de la fuerza de quienes defienden los altos valores de la vida, la libertad y la convivencia democrática'.

Un cuarto de siglo después, los recuerdos no se apagan. «Aún te queda la pena de haber perdido un hermano, tanto como el cariño que recibimos, todo el apoyo que la familia tuvo en aquellos momentos, el apoyo constante, la compañía de gente que conocías, de gente que no conocías y estuvieron ahí. Todo lo recuerdas con mucho cariño. Nunca olvidaré aquellas imágenes, los actos de apoyo, las visitas, las palabras y los silencios de gente que estuvo a tu lado. Todo mezclado con una pena enorme por la pérdida de un hermano al que sigo echando de menos».

Año tras año el pueblo ha renovado sus lazos de cariño con la familia. Como muestra, en 2010 se oficializaron dos acuerdos unánimes de la Corporación corraliega: perpetuar la memoria de Luis Andrés dando su nombre al complejo municipal deportivo y entregando a su viuda, María Ángeles Carmona, el título de Hijo Adoptivo de la localidad. Un acto en el que además se descubrió el monumento en su recuerdo.

Junto al mismo monumento se conmemoraron los veinte años del asesinato y, como este lunes, allí estuvieron muchos de los compañeros de armas del inspector de la Policía Nacional.

«Queremos un acto sencillo, que deje claro que no olvidamos y mantenemos nuestro cariño hacia la familia Samperio», decía el alcalde, Luis Ignacio Argumosa, al anunciar el homenaje previsto para las seis de la tarde mañana. Unas palabras, la ofrenda floral y poco más, «lo necesario para no olvidar lo que todo aquello supuso y desear que nunca se vuelva a repetir».

En 1977 Luis Andrés Samperio Sañudo tenía 37 años, estaba casado y con dos hijas, de 14 y 4 años. Había nacido en Santiago de Cartes pero se había criado en Los Corrales de Buelna. En julio de ese mismo año tenía planeado trasladarse con su mujer y sus hijas a su pueblo natal. Llevaba quince años en Bilbao y preparaba sus maletas para volver.

Poco antes de las dos y media de la tarde del jueves 24 de abril de aquel año la banda terrorista ETA acababa con su brillante carrera. Había sido felicitado en trece ocasiones por la Dirección General de la Policía por participar en operaciones especiales y condecorado con la Cruz al Mérito Policial con distintivo Blanco.

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