Los Corrales pagará sobrecostes y multas por las últimas grandes obras

En concreto se trata de una partida de 88.200 euros en concepto de indemnización a la empresa Serviocio, por el cierre continuado de la piscina cubierta que gestionaba, para su rehabilitación, una cuestión impuesta por la Justicia. También se anotan 71.000 euros de sobrecoste de las obras de construcción de los edificios públicos de la plaza de la Constitución y un pago de 21.800 euros a la Sociedad General de Autores de España, gasto que no se ejecutó en su momento.

La única en abstenerse fue la concejala de IU, Elsa Salas, lamentando que esa modificación de créditos «es una confirmación de nuestras predicciones la pasada legislatura». Aludió a una «pésima gestión de la rehabilitación de la piscina cubierta» y se quejó, en cuanto a los nuevos edificios, de que «con tantos imprevistos», la propuesta elegida para su construcción ha terminado siendo «la más cara». «No votamos en contra de las decisiones judiciales, pero nos abstenemos porque nosotros abogamos en su día porque esta situación no sucediera».

El resto de portavoces coincidió en que se trataba de un gasto avalado por los técnicos sobre el que no había nada que decir. «No queda otra, son hechos consumados», dijo el concejal de VOX, José Joaquín Bengochea, aunque también pidió que se «eviten» en lo posible las «desviaciones» en los presupuestos de obras públicas y que, en cualquier caso, las decisiones finales se adopten en Junta de Portavoces.

Una modificación que afecta a las dos grandes obras de la pasada legislatura, la piscina rehabilitada por el deterioro de la estructura y los nuevos edificios públicos por el derrumbe de lo que era la reforma de las antiguas escuelas para convertirlas en Casa Consistorial. A las cinco de la tarde del 19 de marzo de 2015 el pueblo de Los Corrales quedó paralizado tras el tremendo estruendo que provocó el colapso de la fachada sur de las antiguas escuelas. La empresa Rotedama se encargó de levantar en el solar dos edificios.

En cuanto a la piscina cubierta, las alarmas saltaron en otoño de 2015, cuando el equipo de gobierno local encargó un análisis técnico del edificio ante el mal estado que presentaba, alertados por la empresa Serviocio. El lunes 7 de diciembre se cerraba el complejo para que técnicos de la Universidad Complutense de Madrid analizaran la estructura. No se volvió a abrir, atendiendo precisamente las recomendaciones de esos técnicos. El informe definitivo llegó en enero de 2016, ratificando las primeras impresiones. Hablaba de riesgo de derrumbe de los laterales acristalados y de la mala elección del proyecto.

La obra de desmantelamiento de la vieja estructura y la construcción de una nueva se adjudicó a la empresa Siec con un presupuesto de 413.000 euros. Volvió a abrir sus puertas el 23 de octubre de 2017.