Suances, diversión de noche y de día

«Yo vi Suances como si fuera agosto», comenta David Martínez Bustamante, que había reabierto el pub JB «con más ilusión que nunca, después de dos meses de ver las orejas al lobo». Cumplió 20 años al frente del negocio el 13 de abril, en pleno confinamiento, pero no por eso se quedó sin celebrarlo. «Lo hicimos a través de las redes sociales y además, en casa, todos los días, poníamos música y nos disfrazábamos».

Lo de disfrazarse en Suances es habitual. En verano, cada miércoles se hace, a propuesta de El Farrero, que es una iniciativa que surgió hace treinta años y en la que participan diferentes establecimientos de ocio nocturno, entre los que destaca la discoteca La Cala, cuyo responsable es actualmente el organizador principal. Como explica su compañero de gremio, «es precisamente Ramón, el dueño de la discoteca, el que mayor problema tiene, porque tiene que estar con un 33% de aforo y de vez en cuando tiene que quitar hasta la música; pero lo está controlando muy bien porque además tiene porteros».

Tampoco se puede bailar, pero no está siendo difícil concienciar a la gente porque la mayoría opta por permanecer en la terraza de los locales. En Suances, tienen todos y el Ayuntamiento les ha permitido ampliarla cuando ha sido posible por el espacio, incluso se ha habilitado como tal algún aparcamiento.

La opción que se descarta es la de beber en la calle de manera ajena a los negocios hosteleros, pues recientemente se ha aprobado una ordenanza que prohibe el botellón, una medida aplaudida. «Me parece bien porque la gente joven no es limpia y luego, todos los problemas eran para los pubs», dice David.

De día, las playas siguen siendo un reclamo sin igual. Ahora, con señalización de entrada y salida, con sensores en las duchas para evitar el contacto y a la espera de que comiencen a trabajar los contratados mediante la orden de Corporaciones Locales como vigilantes, para regular el aforo y la distancia social, que actualmente no está dando problemas. En el arenal que más se ha notado el efecto de la señalización es en Los Locos, donde se entra por una zona y se sale por otra bien diferenciada porque hay poco espacio para el doble sentido. Aparte de ser un enclave de postal, presenta unas características idóneas para la práctica del surf, que hacen que los más reputados deportistas de esta disciplina elijan este arenal en cualquier época del año, algo que le da a Suances, declarado como 'Reserva del Surf', un aliciente para que no sea sólo un destino de verano.

También la gastronomía sigue siendo uno de los puntos fuertes. Aunque con el cambio de preferencias citado de que las terrazas ganan enteros frente a a los interiores de los locales, los platos continúan estando igual de sabrosos.

De lo que también puede presumir el municipio es de sus fiestas, que este año se han suspendido, entre las que destacaría El Carmen, celebrada normalmente el 16 de julio, con diversas actividades. Aunque no haya habido programa como tal, los vecinos han sentido este día como festivo. «Por lo menos el 'pañueluco' lo hemos llevado», dice el responsable del JB. También, previamente, se ha echado de menos la celebración de la noche de San Juan. Y faltará el descenso de la Ría San Martín 'Memorial Zatón', que precisamente organiza este empresario y que tendría lugar el último fin de semana de agosto o el primero de septiembre, «en función de las mareas». El evento se ha convertido en un clásico en el que participan personas de todas las edades con variopintas embarcaciones que parten de Hinojedo para llegar a Suances en el marco de un ambiente más que festivo.

Pero, en definitiva, a pesar de las estrictas restricciones y las cancelaciones, los vecinos y visitantes tienen numerosas razones para disfrutar aquí esta temporada, que harán que los empresarios se repongan económicamente. «Si sigue así, salvaremos el verano».