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José Ignacio Arminio
Torrelavega
Domingo, 18 de octubre 2020, 08:03
La familia que ocupaba ilegalmente una casa en Ganzo (Torrelavega) desde el pasado mes de agosto ha abandonado el inmueble de forma voluntaria. El viernes le comunicó a uno de los propietarios que se marchaba porque «no estaba a gusto» y la Policía ... pudo comprobar poco después que la vivienda volvía a estar vacía y con escasos daños. Torrelavega soluciona así el único problema de okupas que tenía en un inmueble de particulares, mientras sigue intentando solventar el que pesa desde hace varios años sobre pisos de La Inmobiliaria y Barreda que son de entidades bancarias.
Uno de los propietarios de la casa de Ganzo mostraba ayer a este periódico su satisfacción, después de haberse quitado «un peso de encima». Los herederos del inmueble acordaron a primeros de septiembre contratar los servicios de un abogado y seguir la vía legal para que la vivienda fuese desalojada. Descartaron negociar con los okupas y contratar a una empresa para que los echase del inmueble. Los dueños, más de una docena –y la mayoría de avanzada edad–, pactaron también estudiar la posibilidad de contratar un administrador.
Uno de ellos anunció acciones legales contra los policías locales que acudieron a la vivienda tras ser ocupada, en un escrito dirigido al alcalde, Javier López Estrada, al día siguiente de producirse los hechos y ser denunciados en un juzgado de Torrelavega. Los dueños del inmueble consideraban que los agentes no actuaron correctamente al no desalojarle entonces, lo que, a su juicio, podía ocasionar daños «presentes y futuros» en la casa. La denuncia se iba a presentar «subsidiariamente» contra el Ayuntamiento de Torrelavega.
Una familia con hijos pequeños y procedente de Asturias ocupó ilegalmente la vivienda, que se encontraba deshabitada y a la venta desde hacía varios años. La entrada se produjo en la mañana del 24 de agosto, lunes, y uno de los propietarios, que reside a unos metros, llamó a la Policía alertando del hecho. Los agentes se personaron en el lugar y procedieron a identificar a los miembros de la familia, abriendo así unas diligencias que trasladaron al juzgado. El contrato de alquiler que mostró la familia resultó ser falso.
En el escrito remitido al regidor municipal se recordaba que el día anterior un hombre accedió ilegalmente a la casa, situada en el barrio Vista Hermosa, número 265. Fue testigo del hecho otra de las propietarias de la vivienda, que reside a pocos metros y llamó a la Policía Local por «una flagrante entrada ilegal que acababa de cometerse en ese mismo momento».
Cuatro agentes se personaron en el lugar «a los pocos minutos», saltando el seto y la valla que rodea el inmueble por el mismo lugar por el que había entrado el referido individuo. Los policías locales salieron a los pocos minutos y le manifestaron a la copropietaria que la persona que estaba dentro de la vivienda les había mostrado un supuesto contrato de alquiler, por lo que «dijeron a mi hermana que no podían hacer nada y que fuese al juzgado».
La Asociación de Vecinos de Ganzo mostró su apoyo a los propietarios del inmueble y recordó que el caso dependía del «dictamen de un juez». En los momentos de mayor tensión se temió por un enfrentamiento de algunos vecinos con los okupas.
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