Heredero de la calzada romana y padre de las actuales vías de comunicación con la Meseta, el Camino Real pasa por ser uno de los grandes desconocidos de la historia regional, como reconoce el arquitecto cartiego Luis Alberto Alonso, un estudioso de la villa medieval
El corredor del Besaya es el camino de los caminos. Los romanos ya vieron sus posibilidades y levantaron la calzara romana; 18 siglos más tarde, el Marqués de la Ensenada, ilustrado de Fernando VI, propuso construir el Camino Real; en 1866 llegó el ferrocarril; y en el siglo XX, las carreteras, rematadas en el XXI por la Autovía de la Meseta.
Sin duda el Camino Real, heredero de aquella calzada y padre de las vías actuales, es un gran desconocido. Si cabe, su esplendor aún resalta más en Cartes, una calle reflejo de su historia. Algo que sabe bien el cartiego Luis Alberto Alonso, de profesión arquitecto y de afición historiador de la villa. «Me gusta todo lo que tiene que ver con la historia, con el patrimonio, estudiarlo, dibujarlo, protegerlo», asegura. El Camino Real «fue una gran fuente de riqueza para el Besaya», la columna vertebral de las comunicaciones entre la Meseta y Cantabria.
OTRAS PROPUESTAS
El Camino de las Harinas
Museo que recrea un recorrido visual por el corredor del Besaya desde épocas remotas hasta la autovía del siglo XXI.
Leguarios
Grandes hitos de piedra que marcaban la distancia, en leguas, que restaba hasta llegar a Santander. En Los Corrales se han recuperado los tres que existían.
Riocorvo
Su casco urbano fue declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico, el 24 de abril de 1981, hace ahora 40 años. Es candidato a Pueblo de Cantabria 2021.
Un Camino que es además un libro, una advocación, la atalaya perfecta para saborear ese camino de los caminos que es el corredor del Besaya. El ferrocarril ayuda a situarse en cualquier punto de partida, como el apeadero de Pesquera, buen lugar para comenzar una aventura que termina en los Torreones de Cartes, un edificio «singular», como asegura Alonso, a medio camino entre fortaleza militar y palacio, casona, cárcel, almacén y audiencia.
«Con lo interesante que es, apenas se sabe nada sobre la villa medieval de Cartes»
«El Camino fue el principio del fin del esplendor de Cartes, al marcar el crecimiento de Torrelavega»
En Pesquera, una parada obligada es el Centro de Interpretación de El Camino de las Harinas, un museo que nos pone en situación a través de un recorrido visual por el corredor del Besaya, «elemento geográfico determinante en el devenir histórico de la cuenca».
A falta de indicadores, Ignacio Mantecón, responsable del Grupo de Montaña Orza, sitúa al viajero al final de ese barrio, frente a una rampa pronunciada que supone el arranque del paseo. El Camino se sitúa unos metros sobre la carretera en todo el recorrido por las Hoces de Bárcena. El paseante puede disfrutar del ferrocarril, de la carretera, del Besaya, de robles y hayas. Queda clara su «importancia estratégica», como destaca el arquitecto cartiego.
Al llegar a Bárcena de Pie de Concha, el Camino se funde con la vieja Nacional 611, atravesando muchos de los pueblos del valle de Iguña. Destacan las solanas, las grandes galerías de no menos grandes casonas. Pasado Santa Olalla, el paseo llega al Puente del Rey, protagonista de otro Camino, éste de Miguel Delibes, una ruta literaria que termina en el templo dedicado en Molledo a la Virgen del Camino.
Ya en Los Corrales de Buelna, destacan los leguarios, grandes hitos de piedra que marcaban la distancia, en leguas, que restaba hasta llegar a Santander. Por el Hocino de Las Caldas, el Camino llega a Riocorvo, ejemplo vivo de un pueblo levantado siguiendo la estela del Camino Real, como Cartes.
Alonso destaca la labor de los jándalos de Cartes en el crecimiento de Riocorvo, casco urbano declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico en 1981. Resalta la casa patio de los Vélez o la casa barroca de los Alonso. Precisamente el Ayuntamiento de Cartes ha decidido presentar su candidatura como Pueblo de Cantabria 2021.
De ahí a otro Casco Histórico y Artístico (desde 1985), el que enmarca el Camino Real a su paso por Cartes, una villa «que con lo interesante que es, apenas se sabe nada sobre ella». Allí nos encontramos con el emblema de Cartes, los Torreones.
En apenas medio siglo se levantaron, sobre una estructura medieval, las construcciones que ahora ciñen el Camino Real, explica Alonso. El tránsito de ese paso mueve un fuerte comercio que aprovechó la planta baja de las casonas, dejando la superior como vivienda. Allí se establecieron comerciantes de todo tipo, plateros, escribanos, chocolaterías. Pero el Camino también fue «el principio del fin del esplendor de Cartes», al marcar el crecimiento de Torrelavega.
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Rafa Torre Poo, Clara Privé | Santander, David Vázquez Mata | Santander, Marc González Sala, Rafa Torre Poo, Clara Privé, David Vázquez Mata y Marc González Sala
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