Las Guerras Cántabras quieren revisar las fechas de su celebración

La Asociación Guerras Cántabras quiere adoptar en enero un posible cambio en las fechas de celebración de la única Fiesta de Interés Turístico Internacional con la que cuenta Cantabria. Por tercera vez en sus casi 25 años de historia se ha propuesto a los representantes de cada tribu y legión adelantar la celebración a los dos últimos fines de semana de agosto, y no al último de agosto y el primero de septiembre.

En las dos anteriores votaciones hubo distintos resultados. En 2019 se aceptó y en 2020 se denegó. En los dos casos por amplias mayorías. Ahora la intención es saber si entre las huestes guerreras de uno y otro bando hay también una mayoría clara para que la elección del mes de agosto sea una decisión, incluso, de futuro.

En la reunión de representantes de los grupos que conforman la asociación el pasado mes de noviembre se puso sobre la mesa esa posibilidad, y se dio un tiempo para que tribus y legiones debatan internamente la propuesta, antes de acudir a la reunión prevista para enero. En esa reunión se decidirán las fechas de la próxima edición. Pero será la Asamblea General de 2025, en primavera, la que afronte un posible cambio de fechas definitivo, que establecería enmarcar las fiestas principalmente en el mes de agosto.

El caso más patente es el del próximo año. Tal y como está establecido ahora en los estatutos, las fechas para las Guerras Cántabras irían del 29 de agosto al 7 de septiembre. La propuesta es que sean del 22 al 31 de agosto. La idea se sustentó principalmente en la mucha juventud que se ha sumado a la fiesta, para la que el mes de septiembre ya supone el inicio del curso, especialmente el universitario, muchos, además, estudiando en otras comunidades autónomas. Un sector de la fiesta que ha crecido exponencialmente en número, presencia e implicación en la celebración y su futuro.

Pero también preocupa la repercusión en los turistas. La caseta de ventas e información refleja cada año como el fin de semana de agosto es mucho más fuerte que el de septiembre. Y se puede aprovechar el mejor tiempo y que haya más horas de luz. Por último, también se intenta evitar la coincidencia con las fiestas patronales de la junta vecinal de Coo.

El vicepresidente, Fernando Noriega, ahondó en el tema, afirmando que «si nos vamos a unas fechas tan tardías, no tenemos gente para desmontar, puesto que los chicos y chicas que nos ayudan suelen ser estudiantes y viven fuera». Desde luego, la preferencia de la actual directiva es la del cambio de fechas, como lo fue en las anteriores ocasiones en las que se debatió sobre ese asunto. El presidente, Óscar del Val, defendió la propuesta incidiendo en que las visitas al campamento cántabro-romano son más en los días de agosto, algo que se nota también en la recaudación de la tienda oficial de la asociación.

También se recordó que, con respecto a la edición de 2024, la del año que viene «solo se adelante un día», con lo que el cambio es menor.

Todo ello en un año especial, porque se conmemorará el 25 aniversario de la puesta en marcha de la fiesta, allá en 2001. El Covid impidió durante dos años su celebración, así que serán 25 años de historia y 23 ediciones reales.

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