No ha habido grandes cambios desde entonces. El más significativo, quizá, fue la jubilación del hombre que lo regentó durante los primeros años, Avelino Sañudo. Él no susurraba al oído de las tudancas. No le hacía falta. Las miraba y sabía lo que las pasaba. Con solo oír sus campanos a lo lejos las identificaba. No tenían secretos para él. Hoy son sus hijos los que han tomado el testigo, tras un merecido descanso.
Los objetivos de la finca se han ampliado y ahora se centran en la selección de ganado tudanco, la cesión de sementales como futuros reproductores de la raza, el desarrollo de sistemas de producción de vacas de cría en pasto y la transformación de monte, todo ello en una producción sostenible a bajo coste.
La finca, que dispone de 40 hectáreas, cuenta en la actualidad con 118 cabezas de raza tudanca
Para que el proyecto continúe el Ayuntamiento de Los Corrales ha aprobado en sesión plenaria la renovación del convenio de colaboración con el Gobierno regional y la junta de Coo. La alcaldesa, Josefina González, ha valorado muy positivamente el acuerdo previo con la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación, como también ha hecho la concejala y pedánea de Coo, Isabel Fernández.
El nuevo convenio tendrá una vigencia de cuatro años prorrogable por otros cuatro e incluirá la creación de una comisión mixta con representantes de las tres administraciones para determinar las mejoras a realizar año a año en los terrenos públicos de la junta y Ayuntamiento, según explicó Fernández. Aclaró que la explotación de la finca también se asienta en otro convenio, en este caso entre la junta vecinal y el Gobierno regional. Próximo a renovarse, tendrá las mismas características que el anterior.
Todo comenzó en 1989, cuando el Ejecutivo de Hormaechea aprobó un convenio con la Junta Vecinal de Coo para la apertura en la finca de la Jerrizuela de una estabulación experimental para la preservación del ganado tudanco, siendo entonces consejero de Ganadería Vicente de la Hera. Un acuerdo que se firmó por un periodo de 25 años y que sumaba a las 10 hectáreas propiedad del Gobierno cántabro otras tantas de la junta vecinal.
En 1997 se suscribió otro acuerdo, en este caso a tres bandas, entre Gobierno, Ayuntamiento y junta vecinal, para complementar la tutela del ganado tudanco con la puesta en marcha de un proyecto de producción de carne de buey. Un documento por el que se cedían otras 20 hectáreas de terreno de monte bajo mancomunado por un periodo de seis años a la Consejería de Ganadería, departamento que se comprometía a llevar a cabo una serie de mejoras en la zona que ascendieron a 120.000 euros. Una inversión que dejó 30.000 euros en Los Corrales y 90.000 en Coo. Se llevaron a cabo desbroces, se abrieron nuevos pastizales y se levantaron nuevas infraestructuras ganaderas.
Con la lección aprendida llegó la prórroga de ese mismo convenio en 2005. Jesús Oria, consejero también entonces, y la actual pedánea de Coo, Fernández, coincidieron en un acuerdo que ratificó como alcalde José Manuel López. Supuso también la ejecución de varias obras de mejora para Coo, especialmente el soterramiento de todo el cableado eléctrico y telefónico y un nuevo edificio deportivo.
Actualmente las 40 hectáreas de extensión de la finca de la Jerrizuela acogen un censo ganadero compuesto por un total de 118 cabezas de ganado de raza tudanca, repartidas en 53 vacas, 10 novillas, ocho añojas, 17 terneras, dos sementales y 28 terneros mamones. Las instalaciones constan de un establo, seis boxes para la recría y semental, pajar, almacén, silo metálico de 4.000 litros, dos mangas, oficinas y aseos.
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