José Antonio Sánchez Gutiérrez

Presidente de Ajucán

«Los jueces de paz siguen siendo muy necesarios en los pueblos»

-Ha llegado la hora del relevo.

-Sí, sin duda. Llevo más de quince años como presidente y el tiempo no pasa en balde. Dedico muchas horas a la presidencia de la Asociación de Jueces de Paz de Cantabria y es hora de que otras personas tomen el relevo. Necesito más tiempo para mi familia, para mí, y eso supone reducir el resto de actividades que afronto, tanto en la Judicatura como en la Asociación de Mayores de Cartes. Siempre es bueno el relevo, en cualquier ámbito.

-Pero ¿sigue como juez de paz?

-Sí, eso sí, seguiré siendo durante los próximos cuatro años el Juez de Paz de Cartes, una confirmación que espero que llegue pronto desde la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria y que será como el regalo de aniversario por mis 25 años al frente de este Juzgado. Aunque hay que sumar otros diez anteriores como secretario.

-¿Cree que todavía les queda fuelle a los jueces de paz?

-Creo que veremos todavía durante mucho tiempo a los jueces de paz en cada pueblo porque seguimos facilitando la vida a las personas que nos tienen más cerca y evitando problemas a la Judicatura. Seguimos siendo muy importantes en cada zona que cubrimos.

-¿Qué ha cambiado en sus 25 años como juez?

-En realidad todo ha cambiado sustancialmente. En mis comienzos teníamos que estar presentes incluso en las autopsias o gestionar la retirada de los carnés de conducir. Ahora los cambios son más y más rápidos, especialmente por la reforma de la Ley del Registro Civil.

-Han ido perdiendo competencias poco a poco.

-Muchas. Perder los juicios de faltas ha sido la última reducción de nuestras responsabilidades y eso, a mi juicio, nos ha alejado de los vecinos. Pero lo peor es que somos personas que cumplimos una labor muy poco reconocida. Incluso dudo que haya mucha gente, entre los nuevos vecinos, que sepa siquiera qué hacemos o dónde estamos.

-Casar, siguen casando.

-Hay ya muchas parejas que han contraído matrimonio en este edificio. No sé si es porque Cartes está de moda, pero lo cierto es que siempre ha habido mucha gente que se ha decidido por casarse aquí, en un marco tan bonito. Es algo que me gusta y que, por suerte, tengo que hacer cada vez más a menudo, en más cantidad y en más variedad, algo muy bonito y que, claro, nos deja muchas anécdotas.

-¿Por ejemplo?

-Bueno, hay cosas que mejor no contar. Siempre recuerdo a quién me pregunta aquel novio que se arrepintió al poco de firmar los papeles, tanto como contrayentes que vinieron con familiares a veces más protagonistas que la pareja que venía a casarse. Aunque parezca que no, uno termina viendo en la cara de cuantas personas vienen cómo va a ser la cosa en el futuro cercano.

-¿Qué es lo que no le gusta del cargo?

-Ver el descenso de la natalidad, más si cabe que la bajada de progenitores que inscriben a sus hijos en el Registro Civil, porque lo hacen en el hospital. Aunque somos el municipio más joven de Cantabria, incluso aquí se nota, y es una pena. Tampoco es plato de buen gusto, sobre todo cuando uno va cumpliendo su edad, tener que firmar tantos decesos. La cifra no cambia demasiado, pero por lo general son personas que conoces, amigos.

-Supongo que en cada juzgado el trabajo del día a día será muy diferente.

-Claro. No es el mismo trabajo el que tenemos los 94 jueces de paz de Cantabria en cada sede. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que nosotros somos una agrupación de juzgados que llega a todo el valle de Iguña, entre otros municipios, y hay bastante trabajo, ciertamente».

-Pero no está solo.

-No, tenemos funcionarios que hacen el trabajo y aquí está también el juez sustituto, José María Otero Ortíz, que ha sido ratificado en su cargo a la par que yo, para los próximos cuatro años.

-¿Qué tal se lleva con los ordenadores?

-Regular. Esto si que nos está ocupando mucho tiempo a todos. En estos tiempos es la digitalización del Registro Civil la que manda, para que su funcionamiento sea íntegramente electrónico. Algo que nos habían anunciado y que está siendo, en algunos casos, muy farragoso, pero reconozco que necesario.

-Y de cobrar, apenas hablamos.

-Si alguien piensa que estamos aquí por el sueldo, no sabe ni lo que hacemos ni lo que cobramos. Poco más de mil euros, por si lo va a preguntar. Pero también es cierto que eso no nos desanima. Ni a nosotros, ya con más edad, ni a los jóvenes. Hay mucha gente joven que quiere empezar por aquí, muchos que han hecho Derecho y quieren probar.

-También deja la presidencia de la Asociación de Mayores.

-Sí, y podría darle las mismas razones que le he dado para dejar la presidencia de la Asociación de Jueces. Necesito tiempo para mí y el relevo es necesario. Si en Ajucán llevo más de quince años en la asociación de Cartes llevo una década. En las dos voy a seguir, pero sin tantas responsabilidades. Eso es lo que toca.