Medio Ambiente paraliza un mes la demolición de la presa de Molledo

El proyecto para derruir esta presa se enmarca dentro del programa de restauración fluvial puesto en marcha por el Gobierno Regional, «que contempla la demolición de aquellas presas o infraestructuras que hay dentro del cauce fluvial». Las que se derrumban, aclaró Serdio, «son aquellas presas cuya concesión ha caducado -como es el caso de esta- y no tienen valor reconocido, ni servidumbre, ni derecho por parte de un tercero». Aunque el expediente se abrió hace tres años (desde entonces se ha logrado el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y el proyecto se ha presentado a información pública), no fue hasta esta semana cuando la maquinaria accedió al lugar para empezar a actuar sobre el terreno. Y fue precisamente la presencia de máquinas en el pueblo lo que despertó la alarma vecinal. La alcaldesa del municipio, Verónica Mantecón, decidió trasladar las quejas de los vecinos a la Consejería, especialmente la de quien asegura emplea la presa para pasar a su nave. Desde Medio Ambiente se paralizó la ejecución y el jueves Ángel Serdio se reunió con algunos vecinos para explicarles el proyecto. Mantecón solicitó este viernes «prudencia» y reconoció que, aunque para muchos ciudadanos La Cabrera «tiene un valor sentimental, hace nueve años que caducó su concesión, no se utiliza y no tiene protección patrimonial». Serdio aclaró que «no queremos perjudicar a nadie ni derribarla si existe malestar vecinal o intereses de terceros que se vean afectados». Paralizar la actuación por el momento les parece la «opción más lógica». Dentro un mes, ya se verá.