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Antiguas alumnas, profesora, organizadores y participantes, en el acto de homenaje. DM
La memoria de la escuela de niñas

La memoria de la escuela de niñas

Cuadernos para recordar ·

Arenas de Iguña ha recuperado la historia de un centro educativo en el que se formaron varias generaciones de mujeres del valle

Nacho Cavia

Los Corrales de Buelna

Domingo, 5 de septiembre 2021

El Movimiento Cultural Iguña ha dado un paso más en la defensa del «patrimonio inmaterial que supone la memoria de nuestros mayores», como aseguraba una de sus asociadas, Cruz Pardo, en la presentación del proyecto de recuperación de la historia de la escuela de niñas de la asociación de labradores La Providencia, que funcionó en Arenas de Iguña entre 1917 y 1963, y en la que se formaron varias generaciones de mujeres del valle.

Recobrar la memoria de esa escuela ha sido el fruto de una ardua investigación realizada por Cruz Pardo, orientadora jubilada y antigua alumna, que ha recopilado la historia del centro a través de documentos y, especialmente, testimonios directos. Una iniciativa que emprendió, según ella misma explica, por la importancia de ese centro en la vida de centenares de mujeres y, por extensión, en la historia del municipio. «Aquí aprendieron a leer y escribir generaciones de mujeres de Arenas y no se puede perder la memoria de esta escuela». Es «urgente» decía, «preservar la memoria escolar de nuestros pueblos para honrar a tantas maestras, a las alumnas, y dar valor al patrimonio inmaterial que habita en la memoria de nuestros mayores, la historia que nos pueden transmitir». «Se habla mucho de la despoblación de los pueblos, pero hay otra igual de grave, la pérdida de la memoria de nuestros pueblos, un patrimonio que hay que recoger para no olvidar, logrando además que los mayores se sienten valorados en este mundo en el que todo va tan deprisa, en un mundo que les ha encerrado en casa por la pandemia».

La historia, recogida en una publicación a modo de 'cuaderno de memorias', y que Pardo prevé seguir ampliando en el futuro, se presentó en el mismo lugar que acogió la escuela, hoy la restaurada Cooperativa del Campo. «A raíz de rehabilitar el edificio de la antigua cooperativa y escuela de niñas surgió la idea. Comenzamos antes de que se extendiera el virus trabajando todo el equipo hasta llegar a este momento», explicó Cruz Pardo. En este tiempo han recogido el testimonio de decenas de alumnas, incluso alguna profesora, todas con la alegría de recuperar una parte de sus vidas muy feliz.

La historia de la escuela está recogida en una publicación a modo de 'cuaderno de memorias'

Testimonios de Eladia, con 102 años, o de Lines, antigua maestra de 94 años, presentes en la presentación de ese cuaderno. De Sarita Castillo, que en el acto hablaba de una «fiesta emocionante», de «tantas cosas que podría contar que no terminaría»; de Lola Riaño, que también hablaba de «emoción al reunirme con mis compañeras de colegio, me acordaba de todas». Recordaba con especial cariño a una profesora, «Aurora, que me enseñó a escribir y la tengo muy presente»; de Eno Rodrigo, feliz por poder «rendir memoria a una etapa tan importe para todas»; o de Hortensia Arce, que apelaba a la vida: «dicen que recordar es volver a vivir y hoy he sentido eso mismo al reencontrarme con mis compañeras, recordando mi niñez». Ella añoraba a otra profesora, «Matilde, a la que tenía y tengo un gran aprecio». «He sentido una gran satisfacción por el hecho de que se haya dado a conocer aquel maravilloso tiempo. Tanto que nos hemos quedado con ganas de más».

Por eso habrá más. «Continuaremos con una exposición y programaremos algunas conferencias, entre ellas una sobre una maestra de esa escuela como Calimera Montiel, que fue instructora durante el período 1917-1930. Figura importante en su profesión, viajó durante la década de los años 20 por diversas escuelas europeas innovadoras en materia de enseñanza. Destacó por su trabajo como articulista en varios periódicos, así como por haber sido concejala del Ayuntamiento de Arenas de Iguña durante la Dictadura de Primo de Rivera, poco antes del reconocimiento del sufragio femenino. «Una gran innovadora», decía Cruz Pardo al adelantar la charla.

También defiende la intención de que en el actual edificio restaurado «quede un espacio de memoria, que no se pierda la relación de ese complejo con la formación de muchas generaciones de mujeres de toda la comarca».

Al acto de homenaje asistió un nutrido grupo de las antiguas alumnas y una maestra, y contó también con la participación de la consejera de Educación y Formación Profesional, Marina Lombó; el alcalde de Arenas de Iguña, Pablo Gómez; la teniente de alcalde, Pilar Pelayo, y el investigador de la historia de la Educación, Ángel Llano. Lombó se mostró «profundamente honrada» de participar en el «emotivo encuentro» y «ser testigo del cariño que, décadas después, todas las mujeres mantienen intacto». «Presenciar la llegada desde Madrid de Eladia, con 102 años, o de Lines, maestra de 94 años, y reencontrarse con el resto de mujeres ha sido realmente emotivo y pone de manifiesto la importancia de nuestros años en los colegios».

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