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Supongamos que es pleno verano, cualquier día de agosto, y se produce un accidente en la playa de Mogro, o en la de Cuchía, que hace imprescindible el acceso de una ambulancia, pero hay tantos vehículos mal aparcados que le resulta imposible atravesar la entrada ... y socorrer a quien lo necesite. Aunque es una situación hipotética, «puede pasar», asegura la alcaldesa en funciones de Miengo, Elena Castillo (PP), que habla de esta situación como de «un problema de seguridad». La mala gestión de los estacionamientos en las playas ha llevado al Consistorio a aprobar una ordenanza reguladora del aparcamiento que implica cobrar por estacionar.
«Poco -apostilla la regidora-, 0,65 céntimos por hora». «Es una medida muy necesaria», defiende, «porque los conductores dejan sus vehículos en plena rotonda o en una campa», de manera que se forman cuellos de botella y el tráfico puede llegar a convertirse en un caos en época estival. Tampoco «disponemos de Policía Local ni podemos tener allí todo el día a los agentes de la Guardia Civil». Los vecinos de las urbanizaciones colindantes han denunciado la situación en varias ocasiones. Primero, porque pueden ser ellos los que necesiten la ambulancia y segundo, por las molestias que les genera la presencia constante de vehículos mal aparcados junto a sus viviendas.
El plan del Ayuntamiento consiste en «regularizar y ordenar» el tráfico mediante la creación de zonas amarillas, donde estará prohibido estacionar -aquellos que lo hagan serán sancionados- y zonas azules, donde habrá que abonar una tasa por dejar el vehículo. Castillo calcula que en la playa de Cuchía se establezcan unos 250 aparcamientos de pago y otros 150 en la de Mogro, aunque no son cifras definitivas. De esta forma, «prohibiremos que los usuarios estacionen mal», una práctica que es común en verano. Eso sí, la ordenanza establece que los que estén empadronados «no tendrán que pagar». Dispondrán de una tarjeta que les eximirá.
Paralelamente, el Ayuntamiento «pondrá a disposición de los bañistas dos aparcamientos disuasorios en las fincas de alrededor de los arenales, donde no será necesario abonar una tasa por estacionar». Es decir, los primeros en llegar a la playa, aparcarán gratis. «No queremos crear pánico, sino regularizar el tráfico». Se trata, aclara la regidora, «de un proyecto piloto, que esperamos dé buen resultado». De hecho, «al Consistorio le cuesta dinero». El sistema se implementará ya este verano, «aunque primero es necesario sacar el proyecto a licitación y adjudicárselo a una empresa», lo que llevará su tiempo.
De otro lado, el Ayuntamiento de Miengo aprobó una segunda ordenanza para regularizar la ocupación de la vía pública con mesas y sillas y otros elementos móviles. Es decir, las terrazas de los «pocos establecimientos de hostelería que existen en el municipio». La alcaldesa en funciones explicó que el anterior gobierno local (PRC, Equo y PSOE) otorgó a un local del municipio una licencia de terraza que más tarde un juez anuló, obligando al Ayuntamiento a cubrir las costas y a retirar la pérgola instalada en la vía pública. Así las cosas, «decidimos crear una ordenanza específica para regular esta cuestión y que no volviera a suceder esto».
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