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La cueva de Los Moros, en Gornazo (Miengo), ubicada a unos trescientos metros de la salida de la autovía entre Santander y Torrelavega, se postula como un lugar más para visitar en Cantabria en cualquier época del año. La cavidad destaca por sus estalactitas ... y un suelo con formaciones de óxido de hierro. «Dentro de la completa oscuridad, si iluminas el techo, parece que hay oro», explica José Manuel Real, presidente de la Junta Vecinal. «Parecen incrustaciones de oro, pero se trata de una especie de hongo que con la luz reacciona y da esa sensación», razona. Con una profundidad de 150 metros y un acceso sencillo, apta para la mayoría de las personas, la cavidad ha sido analizada recientemente por un grupo de espeleólogos que halló restos de conchas, señal de la presencia humana en la cueva, según dice Real. Fueron la propia Junta y el Ayuntamiento quienes ofrecieron a estos espeleólogos la idea de estudiar la cueva y analizar sus posibilidades, tanto desde un punto de vista turístico como científico.
Desde la Junta Vecinal de Gornazo se anima a todos a visitarla y, con esa excusa, conocer la zona. «Está en mitad del monte de Gornazo, enclavada entre el pueblo y donde acaba Bárcena de Cudón», indica, y destaca que «desde arriba de Bárcena se puede ver toda la costa».
Las autoridades pretenden que la cueva se convierta en un atractivo más para el turismo, «tanto para Gornazo como para Bárcena de Cudón», sobre todo teniendo en cuenta que en la zona hay varias casonas rurales y un hotel, un mirador y una posada. «La gente que venga a ver la cueva se puede quedar un día o dos», anima el presidente de la Junta Vecinal.
Las playas de Mogro y Usgo, «a un kilómetro y medio de distancia», ponen la guinda a este singular entorno, que también presume de una iglesia recientemente reformada y de un centro cívico en el que se desarrollan diferentes actividades para todos los públicos.
En el municipio de Miengo se localizan además dos importantes yacimientos arqueológicos: las cuevas de Cudón y La Pila, en Cuchía. La cueva de Cudón fue descubierta a principios de la década de los treinta del siglo XX. Custodia varios depósitos con restos materiales del paleolítico inferior, medio, superior, prehistoria reciente, romano, tardoantiguo y medieval. Asimismo alberga un gran número de manifestaciones artísticas tanto paleolíticas como de épocas más tardías.
En lo que respecta a la cueva de La Pila, desapareció por completo en 1988 tras ser excavada de urgencia entre 1982 y 1985 ante la amenaza del avance de la cantera de la empresa Solvay dedicada a la extracción de caliza. El yacimiento paleolítico se componía de niveles magdalenienses y azilienses, proporcionando una magnífica colección de arpones, azagayas, cinceles y colgantes, algunos de ellos decorados. También contenía una serie de paneles con manifestaciones de arte parietal Paleolítico.
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