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SARA TORRE
SUANCES.
Sábado, 14 de octubre 2017, 07:46
El caso de la Carolina Rodríguez, asturiana afincada en Unquera, es el vivo ejemplo de las zancadillas que acechan a la vida laboral de cualquier mujer. Pero también representa la capacidad de resurgir a base de reinventarse llevando a la práctica lo que sólo parecían ... ensoñaciones.
Desde el puesto que ocupa en la carpa en la que hasta mañana se celebra en Suances la VI Feria de Mujeres Artesanas y Emprendedoras de Cantabria, rodeada de maderas nobles como el cerezo y el roble que constituyen los objetos que se dedica a crear -en su mayoría encuadernaciones- resume: «Hasta los cuarenta años era chófer de autobús y viajaba por todo el mundo, pero a esa edad me quedé embarazada y entonces...». Se presupone la dificultad que tuvo a partir de ahí para trabajar. Y aunque fue un punto de inflexión, ya había notado ciertas discriminaciones antes. «Cuando yo empecé en el mundo del chófer, en Oviedo sólo éramos tres mujeres y había gente que cuando se subía tenía miedo y te decían cosas como que si con esos bracitos ibas a mover ese volante, cuando todo el mundo sabe que se mueve con dos dedos», recuerda, con la vista puesta en los objetos de su marca, a la que ha denominado 'Simplemente pasión'.
La creó hace un año y medio y ya se distribuye tiendas de Cantabria y Asturias, mientras la empresaria baraja crear una página web para mejorar la publicidad y aumentar las ventas.
Para Nazaret Espeso, otra empresaria de la feria, precisamente la web es una herramienta fundamental. «La persona nos manda a través de nuestra tienda 'on line' la fotografía con la que quiere personalizar su caja, elige el tamaño y el color, y nosotros le enviamos a domicilio la caja personalizada, su caja única», explica. Lo que tiene de particular 'Aquí todo Encaja', como se llama su negocio, es que no es necesario que se realice un pedido de varios artículos iguales para poder realizar la compra, sino que ofrece precios razonables para una única caja. Esta madrileña, ligada al mundo de la publicidad, se estableció en San Roque de Riomiera hace diez años. «En un momento de cambio, de crisis, en el que la empresa cierra, hubo que pensar en cambiar a un estilo de vida entre montañas, con un trabajo que se pudiese adaptar a ese tipo de vida», explica. Con las cajas elaboradas en el taller que tiene anexo a su casa garantiza que cualquier regalo que se haga será personalizado, «y por lo tanto, vas a triunfar».
El tema de personalizar también lo domina Mila Celis en su taller de bordado de Gandarilla (San Vicente de la Barquera), que este fin de semana ha desplazado a la feria, por sexto año consecutivo. «Ésta es la celebración de la mujer rural y emprendedora, y como tal, aquí estoy». Su objetivo en la feria no es la venta directa sino darse a conocer, «la promoción, para luego trabajar durante todo el año» y también otro fundamental en relación a las demás mujeres emprendedoras: «Estar unidas entre nosotras, tener esa amistad». Con esta premisa ha venido todos los años de feria.
Para la vecina de Potes Susi Lanza, es el primero. Ha traído todos los tipos de orujo que se encarga de producir la empresa de su suegra, además del té del puerto y los productos más novedosos: crema de mazapán y limonchelo con limón de Novales.
También es el primer año para otra lebaniega Yolanda Pulgar, aunque lleva seis con su empresa, 'Pago de Tolina', que se creó a partir de una finca familiar con manzanos que a su cuñado le encantaba cuidar. «Probamos para hacer sidra, lo fuimos fomentando, y ahora hay mil manzanos», cuenta. Orgullosa de sus compañeras y de todas las empresas cántabras cuyas gerentes son mujeres, «que son muchas», nota que la situación está dando un giro: «Esto antes era impensable y ahora, mira... Ya lo estás viendo».
Entre los aspectos que le han sorprendido en su debut, está la gran cantidad de gente, de visitantes que han pasado por la inauguración. Novecientas mujeres que llegaron en autobuses de muy diversos puntos de Cantabria para mostrar su apoyo a la iniciativa, algunas de las cuales ya se consideran asiduas, como Elena Villegas. Desde Casar de Periedo, viene acompañada en el autobús, con un nutrido grupo de vecinas de Cabezón de la Sal, Udías y Treceño, entre otros puntos. «Es el Día de las Mujeres Rurales y siempre vengo porque es lo que soy», expone orgullosa sin importarle que la conversación interrumpa el momento de la comida en el Polideportivo de La Cuba, lleno a rebosar. Mientras, los camareros del catering de 'Las Hijas de Ángel' siguen ofreciendo paella para repetir. «Está buenísima, por cierto», concluye Elena.
Entre los cientos de mujeres comensales, varias representantes políticas, con la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, a la cabeza, que por la mañana, junto al presidente, Miguel Ángel Revilla, destacó el papel que desempeña la mujer rural en el desarrollo de la comunidad. También estuvieron presentes la presidenta del Parlamento de Cantabria, Dolores Gorostiaga; el alcalde de Suances, Andrés Ruiz Moya; y la directora general de Igualdad y Mujer, Alicia Renedo.
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