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Belén y Saúl González Jerez perdieron el domingo buena parte de la casa familiar que habían heredado de sus padres y antes de sus abuelos, ... un drama que tuvo como contrapartida ese mismo día un aluvión de llamadas de apoyo de sus vecinos de San Felices de Buelna, traducidas en dinero, material o la cesión de dos viviendas para que puedan pasar este mal trago hasta recuperar sus casas.
Sobre las tres de la tarde del domingo comenzó para ellos un episodio que «nunca piensas que te puede pasar a ti», el incendio de la primera planta de su casa, reformada hace apenas un año. El fuego arrasó tres habitaciones completas y buena parte del tejado y las tareas de extinción del incendio afectaron principalmente al salón de la planta baja.
Se habían gastado sus ahorros el año pasado, una inversión de 15.000 euros en la reforma de las habitaciones del piso de arriba, y la situación económica no era la mejor para afrontar el pago de un seguro, con lo que habían aplazado esa decisión, un aplazamiento que ahora les pesa, «pero nunca nos hubiéramos imaginado que iba a suceder algo así», insistía Belén.
Belén González Jerez
Afectada
Ese domingo estaban compartiendo una comida con sus amigos por lo que pronto un vecino y el propio Saúl alertaron de las llamaradas que salían de la zona de la chimenea, una respuesta rápida que evitó daños personales, «lo más importante», decían. Se dio aviso de inmediato al 112 y no tardaron en llegar al lugar dos dotaciones de los bomberos de Los Corrales de Buelna y de Torrelavega.
Fueron tres horas «eternas, de angustia e impotencia por no poder hacer nada mientras tu casa se quema». El fuego se extendió con rapidez y no pudieron salvar nada. Saúl se jugó el físico intentando retirar paneles de madera, tejas, pero nada se puedo hacer. Es en esos momentos, decían, cuando se aprecia el trabajo de los bomberos «a los que estamos muy agradecidos».
«Van pasando los días y estamos algo mejor, recuperándonos del susto poco a poco», contaba Belén al explicar que el edificio se compone de dos viviendas unifamiliares. En una viven ella con dos hermanos y dos niños y en la otra casa Saúl, su mujer y su hija, Celia. Ahora están en dos casas cedidas por amigos y vecinos, sin pagar alquiler y sin prisa para dejarlas libres, «pero estamos intentando hace todo lo posible para poder volver a nuestra casa y recuperar nuestra vida».
Belén vuelve a hablar del agradecimiento «de todo corazón» a cuantos les han ayudado desde el primer momento, algo a lo que se une Saúl: «no tenemos palabras para agradecer tanta ayuda recibida de tantos vecinos».
Saúl González Jerez
Afectado
También están agradecidos los dos a los concejales del gobierno municipal, que desde el primer momento han estado en contacto con ellos para hallar vías de colaboración. Ahora ya saben que el Ayuntamiento de San Felices aportará material para la reconstrucción de las viviendas.
En esa línea se mueve la campaña de solidaridad con las dos familias a petición de Belén y Saúl. «Necesitamos muchas cosas, y aunque todo nos vendrá bien, sobre todo nos hace falta madera, tejas, aislantes, cemento, arena y cinco ventanas, porque el fuego acabó con todo». Saúl deja claro que el afrontará «con la ayuda de mis amigos» y con el resto de la familia la reconstrucción. Ya han limpiado las habitaciones y retirado los escombros, han extendido una gran lona en la parte del tejado destruida y piensan ya en empezar a levantar pared por pared.
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Pero los vecinos saben que necesitarán más cosas, con lo que les han llevado sábanas, mantas, alimentos y se ha abierto una cuenta corriente y una vía de aportaciones monetarias a través de Bizum.
Belén ha perdido todo «porque mi habitación quedó en nada, completamente calcinada». Ropa, complementos, fotografías. Cuando pudo subir a ver cómo había quedado su dormitorio Belén no podía creérselo. En ese momento comenzaron las llamadas de apoyo. «Lo único que pedimos es que nos ayuden a levantar de nuevo todo, como estaba». El resto ya lo tienen, un techo para cobijarse y la ayuda incondicional de sus vecinos.
Antes de terminar no quieren dejar pasar la ocasión para volver a agradecer esa ayuda. «A los bomberos, a los vecinos, amigos, la gente que nos está ayudando, al Ayuntamiento y comercios y empresas que se han interesado por nuestra situación, nuestro agradecimiento para siempre y de todo corazón», decía Belén.
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