Secciones
Servicios
Destacamos
El antiguo caserío que la Escuela Taller de Reocín reconvirtió en 2011 en la Casa Joven «más grande» de Cantabria parece maldito. A pesar de que el Ayuntamiento lleva dos años intentando arreglar las instalaciones vandalizadas que nunca se estrenaron para hacer una guardería, ... la tarea no es fácil. El último contratiempo ha sido el abandono de la obra por problemas de la empresa adjudicataria y, con ello, otra vez la llegada de los robos de material y destrozos en las instalaciones. Casi nada de lo que se ha hecho -que según el Consistorio no era mucho- se va a poder recuperar. En lo positivo, Reocín ha licitado ya los nuevos trabajos, pero el tiempo apremia.
El aislante de las paredes que había colocado la empresa Conspur antes de abandonar la obra de la guardería de Reocín ha sido arrancado de las paredes y se encuentra por los suelos de la malograda Casa Joven de Reocín. Los vándalos y los saqueadores han arrancado hasta los hierros del trasdosado de pladur y los ladrillos de obra nueva que habían quedado apilados, ahora están hechos pedazos. A simple vista, poco podría salvarse de lo que llegó a ejecutar la empresa que ahora se ha ido.
El nuevo presupuesto de licitación refuerza esta tesis, pues vuelve a ser el mismo: unos 700.000 euros. Así lo ha confirmado el alcalde de Reocín, Pablo Diestro, quien reconoce que si bien en su día se pudo celebrar que por fin se iniciaban los trabajos de la guardería, «lo que se ha hecho ha sido muy poco». Según el regidor, lo que ha cobrado la empresa, que abandonó la obra tras hacerse pública la situación de preconcurso de acreedores, «también fue muy poco», pero no sabe concretar la cifra.
Si bien fue en verano cuando dejó de verse movimiento en el entorno de la casona, la renuncia expresa a la obra se ha presentado durante las últimas semanas. Ha sido entonces cuando el Ayuntamiento ha tenido las manos libres para volver a tramitar la licitación, cuyo periodo está abierto hasta el 27 de diciembre, con la idea de que para el próximo verano la guardería sea una realidad. «Está siendo la historia de nunca acabar», se lamentaba Diestro después del nuevo traspiés y de todos los contratiempos que ha experimentado el edificio en las diversas etapas en las que se le ha querido dar uno u otro uso sin conseguirlo.
Tras el abandono de las obras por parte de la adjudicataria, el tiempo apremiaba para volver a sacar a licitación los trabajos con la vista puesta en el próximo curso, y especialmente porque depende de una subvención del Gobierno de Cantabria a la que no le quedan más prórrogas. «Aquí no pasa como en Suances, en la obra del palacio que estaba adjudicada también a Conspur, que pudieron ceder los trabajos restantes a otra empresa», indica Diestro, que lamenta que los trámites se hayan tenido que demorar. «Nosotros tenemos que licitar primero y para ello, tiene que renunciar la empresa actual, que ya ha renunciado».
Para que dé tiempo a llevar a cabo la ejecución, se necesita tener la obra adjudicada «las primeras semanas de enero», añade. Después queda esperar «que sea una empresa solvente», explica el regidor.
Previamente al abandono de los trabajos por parte de Conspur, se había aprobado una modificación presupuestaria para llevar a cabo labores que no estaban contempladas y se detectaron una vez iniciadas las tareas, como los problemas de la cubierta de zinc.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.