El pabellón deportivo de Los Corrales, hotel improvisado para los trabajadores de la residencia Cadmasa de Las Caldas

El Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna ha habilitado el pabellón del complejo municipal de deportes para que duerman desde por turnos los cerca de medio centenar de trabajadores de la residencia Cadmasa de Las Caldas de Besaya. Policía Local y Protección Civil trasladaron los colchones y habilitaron el polideportivo bajo la atenta mirada del concejal de Personal, David García, y el jefe de la Policía Local, Tomás Gutiérrez.

El alcalde, Luis Ignacio Argumosa Abascal, explicó este jueves que la situación en la que se encontraban los trabajadores de esa residencia, con al menos cinco positivos entre residentes y personal, exigía una actuación inmediata. Más cuando, según explicó, se habían barajado muchas soluciones previas «que no acababan de tomar forma», algo que llevó al equipo de gobierno a tomar la decisión de habilitar el pabellón polideportivo «para que descansen entre sus turnos de trabajo, darles un lugar donde poder dormir y asearse al menos», dijo. Un pabellón con vestuarios, aseos, duchas que podrán utilizar «todo el tiempo que sea necesario». Pero lo cierto, según el alcalde, es que «no es una situación ideal para ellos», por lo que abogó para que «las autoridades competentes» busquen un alojo «más cómodo que se adapte mejor a las necesidades de profesionales que están poniendo en juego su salud para cuidar de todos los residentes».

Argumosa apuntó que tras los primeros días y el primer fallecido en la residencia «hubo cierta alarma entre los trabajadores». «No es momento para mirar para otro lado ni para críticas de ningún tipo, pero se quejaban de que ni las autoridades sanitarias ni hostelería les echaba una mano». Ante esa queja el alcalde llamó a la Dirección General de Turismo y se apuntaron algunas posibles soluciones que se trasladaron a la dirección de la residencia.

Pero al día siguiente el alcalde se interesó por la situación de residentes y trabajadores y le comunicaron que estaban durmiendo en el gimnasio de la residencia, que se habían tenido que comprar colchones y que las condiciones eran «lamentables», compartiendo salas y duchas con los residentes. Ante sus preguntas, respondiendo que no habían recibido ninguna opción real para salir del centro.

En ese momento el equipo de gobierno tomó la decisión de habilitar el pabellón polideportivo y con la colaboración de Protección Civil y Policía Local se trasladaron los colchones, «algunos sin haber quitado la bolsa siquiera» y se colocaron en el pabellón para que pasaran allí la noche los 11 primeros trabajadores.

Incluso antes, el Ayuntamiento ya había tramitado la realización de test para detectar la enfermedad entre residentes y personal. «Hemos logrado que al menos 12 ó 14 personas puedan pasar ya ese test», dijo.

Terminó apuntando que «si se me permite una queja, a los ayuntamientos se nos está exigiendo demasiado, si a todos los frentes que ya tenemos que responder unimos el tener que buscar alojamientos a los trabajadores se van a agotar nuestros recursos humanos y materiales. En este caso se ha habilitado un acomodo que debe ser provisional y las autoridades competentes deben buscar una solución mejor».

El director de la citada residencia, Rubén Otero, había pedido a comienzos de semana la colaboración de entidades, comercios o particulares para acoger a 25 trabajadores de su instalación por turnos. «Lo que pretendemos conseguir es que ninguno se lleve el virus a su casa ni a su familia y necesitamos un lugar donde dormir para continuar con nuestra labor en estos duros momentos», explicó. Demandaba 25 camas para que el personal que quisiera seguir con su labor diaria descansara por la noche y pudiera reincorporarse a su puesto por la mañana. Ha encontrado la respuesta en el Ayuntamiento y, ahora, estos trabajadores podrán dormir en el citado pabellón, que cuenta con vestuarios, baños y duchas.

La instalación que se ha puesto a su disposición se localiza a las afueras del pueblo y dentro de un gran recinto deportivo en el que también se ubican el campo de fútbol, las piscinas y otros servicios que, actualmente, está cerrado, por lo que solo tendrá acceso al lugar el personal de Cadmasa. El edificio en cuestión tiene ya 30 años, pero se encuentra en perfectas condiciones para la función que va a realizar. Los vestuarios están recién reformados, cuenta con calefacción y toda la carpintería se renovó el año pasado. De hecho, fue el lugar elegido para que militares de la UME (Unidad Militar de Emergencias) de León pernoctaran cuando los incendios acosaron la zona y el Ejército colaboró en las labores de extinción del fuego por toda la comarca.

La situación de la residencia es preocupante, ya que días atrás falleció una persona, un varón de 47 años y con discapacidad intelectual que el sábado había dado positivo en la prueba y falleció a última hora del domingo. Otras cuatro personas están infectadas, de las cuales dos se encuentran ingresadas en hospitales por la gravedad de su estado de salud. También hay un trabajador está contagiado y se ha tenido que recluir en su hogar, en cuarentena. El director de Cadmasa aseguró que el resto se encuentra «bien» aunque «en el momento en que alguien dé positivo, se tendrá que ir para su domicilio».

Otero, que es empresario y presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia en Cantabria (FED) está siendo en los últimos días muy beligerante con la Administración sanitaria regional, a la que ha solicitado medios para hacer frente a la difícil situación que están enfrentando las residencias de mayores, «donde somos cuidadores, no curadores», ha hecho ver. En las últimas horas, el Icass (Instituto Cántabro de Servicios Sociales de Cantabria) medió entre el Ayuntamiento de Los Corrales y la residencia para hacer posible la apertura del pabellón deportivo.

• Temas
• Cantabria
• Los Corrales de Buelna
• Coronavirus COVID-19