
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El río Besaya, desde Cieza a Suances, fue objeto este martes de una revisión a conciencia, de cada recodo, cada cúmulo de maleza, los pozos, ... los quiebros donde pudiera haber quedado atrapado el cuerpo de Daniel Noriega, el joven desparecido el 28 de noviembre. Desde las diez de la mañana cuatro piraguas con voluntarios de Cruz Roja, los helicópteros del Gobierno de Cantabria, Guardia Civil y voluntarios de varias agrupaciones de Protección Civil sometieron toda la ribera del río a una exhaustiva observación, tres pasadas al río completas tanto por las piraguas como los helicópteros, agentes, voluntarios, para no dejar ni un resquicio del terreno y cerrar, en la medida de lo posible, la posibilidad de que Daniel no haya llegado al mar. Con ellos, en Los Corrales de Buelna se pudo ver a personas que conocen perfectamente el lugar, señalando zonas ocultas, pozos hondos, lugares de difícil acceso.
En el Puesto de Mando Avanzado, instalado en la sede de Protección Civil de Los Corrales de Buelna, estaba el padre, Emilio Noriega, rodeado de familiares y amigos, esperando noticias. El lunes comprobó que el equipo de búsqueda no estaba escatimando esfuerzos. Ayer veía como el tiempo se consumía en lo que iba a ser la última jornada de búsqueda. «Mucho río para tan poco tiempo», decía, tras pedir a la consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández Viaña, que ampliará el tiempo de búsqueda uno o dos días al menos. «Se ha portado muy bien con nosotros y nos ha asegurado que hará todo lo posible», dijo Emilio. Y así fue, la consejera anunciaba a mediodía que, en caso de que no hubiera suerte, el Gobierno ampliaría un día más el dispositivo de búsqueda.
El hallazgo de la chaqueta de Daniel el lunes había abierto un resquicio a la esperanza, por eso se incidió en el primer tramo del río. Javier Allende, responsable del Puesto de Mando Avanzado, explicó a la familia y amigos el dispositivo puesto en marcha este martes y lo realizado en la jornada del lunes. «Se insistió mucho en el primer tramo, para estar muy seguros de que no había nada. Se ha reconocido en profundidad. El martes se ha recorrido el río hasta la desembocadura con grupos de dos piraguas en tres pasadas, para estar también seguros de que se ha revisado bien».
Reconoció que el descenso notable del nivel del río «ayuda y mucho, un agua más limpia que ya nos permite ver algo debajo del agua, algo que en los primeros días era imposible».
Al mediodía, el padre hablaba sobre el dispositivo. «Van a revisar todo el tramo del río entre el Cieza y la desembocadura en Suances, mucha extensión para un tiempo tan limitado, realmente creo que para lo complejo del terreno y lo difícil que de por sí es encontrarlo, las siete horas de la última jornada es muy poco».
Reconoció que, según le han explicado los profesionales, es probable que el cuerpo haya llegado ya al mar. «Me dicen que es muy posible que esté en el mar y yo también lo creo, pero también pienso que está en el río, lo que sé es que no está en casa».
En ese momento hablaba con la consejera, «que ha sido una persona maravillosa conmigo» para pedirle que ampliara la búsqueda, como al final ha sido.
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