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El promotor de la planta de biogás y biometano proyectada en Arenas de Iguña, Jesús Salmón, defendió este viernes ante un centenar de vecinos una iniciativa que tiene como principal aliado un proceso cerrado de principio a fin que evitará los malos olores que podrían ... causar las 100 toneladas de estiércol que llegarán a diario a esa planta. Es una de las máximas preocupaciones de los integrantes de la plataforma SOS Biometano Iguña, junto al trasiego de vehículos para ese suministro diario, algo que también llevó a los promotores a tranquilizar a los vecinos asegurando que serán como mucho cinco los camiones que lleguen a las instalaciones cada día, cuatro con entrada de materia prima y uno con salida de digerido sólido.
Los vecinos asistentes, por su parte, dejaron claro su rechazo a la instalación de la planta en Arenas, a apenas 400 metros de las primeras casas del pueblo. Lo hicieron exhibiendo una pancarta en la que se podía leer 'Biogás, así no. Por una ley reguladora'. Y es que este proyecto ha generado, desde el principio, muchas dudas entre los habitantes del municipio iguñés
Entre estas incógnitas que se plantean los vecinos están las relativas a la emisión de olores, al tránsito de camiones o las posibles filtraciones a los acuíferos. Lo farragoso de las explicaciones de los técnicos de la empresa y los problemas con la megafonía no ayudaron demasiado a aclarar las preocupaciones de unos vecinos que preguntaron por qué se había elegido Arenas de Iguña para construir estas instalaciones.
Jesús Salmón avaló la conveniencia de la planta y la idoneidad de los terrenos elegidos para su construcción, al pasar el gasoducto de Enagás por la propia finca, lo que facilitará la evacuación del biometano directamente a la tubería de alta presión.
La empresa insistió en la ausencia de malos olores al contar con un circuito de trabajo cerrado. La descarga de los purines se hará con camiones cisterna y mangueras, hacia balsas techadas. El tratamiento del digerido también será en nave cerrada y en todos los casos, una soplante aspirará los gases generados dentro de esos compartimentos para meterlos de nuevo al proceso. Además se añade un sistema de sensores para el control medioambiental, un sistema de purificación con cañones de ozono y la mineralización de residuos. Se explicó además que en el montaje trabajarán unas 50 personas y que de los seis millones de euros presupuestados para la ejecución, el 3,5% se quedará en el Ayuntamiento de Arenas como impuesto de obras. Una vez la planta está en marcha, siete personas trabajarán a tres turnos.
Serán 18.000 metros cuadrados de terreno en los que se levantarán cuatro unidades digestoras de 16 metros de diámetro y seis metros de altura. Unas instalaciones que permitirán una carga cada 36 horas de 160 toneladas de nuevo sustrato, compuesto por estiércol y marro de café, a lo que en un futuro se podrían añadir algas marinas. La producción que se prevé es de unos 500 metros cúbicos a la hora de biogás.
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