Los ladrones desarman a la Policía Local de Los Corrales

La Policía Judicial de la Guardia Civil investiga desde primera hora de este viernes el robo del armero, pues se llevaron el mueble entero con 13 armas de fuego, munición y, al menos, un chaleco antibalas. La estimación que ha hecho en un primer momento la Policía Local habla de unas 2.000 balas.

La Guardia Civil ha comprobado con minuciosidad los alrededores del centro cultural La Pelá, sede provisional de la Jefatura. Cada metro de acera, contenedores, vías de llegada y de escape... pero no hay rastro de las armas.

El robo se perpetró a través de la puerta oeste del edificio, sin demasiadas complicaciones para los ladrones, ya que la actual sede de la policía local fue en su día un salón de actos y no cuenta con ninguna medida de seguridad ni cámaras lo mismo que la puerta de acceso a la Jefatura.

Tampoco hubo mucha complicación para llegar al armero. Accesos y salas interiores también están siendo objeto de la investigación de la Guardia Civil.

El robo tuvo lugar durante la noche, cuando no había ningún agente de servicio, porque no hay turno de noche; y fue a las seis de la madrugada cuando el primer relevo del día de la Policía avisó de que estaba abierta una de las puertas del edificio. Uno de los primeros en personarse fue el jefe del cuerpo, que pudo hacer un primer balance de los objetos robados. «Era algo que se veía venir. Venimos reivindicando más medidas de seguridad desde hace años y lo peor es que esta situación de precariedad es compartida por otras policías locales, con lo que deberíamos estar con los ojos bien abiertos a próximos robos que puedan suceder», avisó Gutiérrez.

Se barajan todo tipo de hipótesis pero la que más peso cobra es el interés comercial para vender el armamento en el mercado negro, por lo que hay menos posibilidades de encontrar esas armas y la munición robada.

El armero de Los Corrales tenía 13 pistolas. Unas más modernas, marca Glock, y otras más antiguas, pertenecientes a agentes ya retirados, marca Star. Ambas eran de 9 milímetros parabellum. Sólo dos agentes de los nueve que tiene el cuerpo conservan la suya, pues es legal que cada policía pueda llevarla a casa siempre que no salga del término municipal. «Estamos trabajando ya en el rearme», aseguran fuentes de la Policía Local.

Entre tanto, la investigación continúa por esclarecer el paradero de las pistolas, pero no se recuerda ningún precedente, menos aún en la región, de un robo de estas características.