San Felices celebra las bodas de plata de la marcha a Selviejo

San Felices de Buelna no faltará este sábado a una de sus citas anuales con la montaña y la Navidad, la popular marcha a la ermita de Selviejo, en el monte Tejas, para instalar un Nacimiento. Este año con más motivo, ya que se celebrarán las Bodas de Plata de una tradición que se recuperó hace 25 años y que se basa en una vieja y triste historia que ha ido pasando de padres a hijos.

El Cronista Oficial y experto en la historia de San Felices de Buelna, Federico Crespo, ha rememorado una leyenda que se remonta al siglo XV, trasmitida en su familia, como en otras tantas, de mayores a pequeños, que se sepa, al menos, desde principios del siglo XIX. Cuenta la historia que un joven de San Felices, que había pasado los últimos 14 años de su vida en el ejército, desembarcó en la Navidad de un año sin especificar de principios del siglo XV en Santander, con el ánimo de volver a ver a su familia. Tras tocar tierra inició su marcha hacia el pueblo de Tarriba, en San Felices, donde residía una parte de sus allegados más cercanos, la primera etapa del camino hacia su casa, en Quintana de Toranzo. Se detuvo a ver a sus parientes y se quedó a compartir la cena con ellos y contar cómo había sido su vida desde que salió de Cantabria.

Nevaba copiosamente por lo que le invitaron a pasar la noche en Tarriba y caminar juntos al día siguiente hasta su casa. Pero el joven llevaba muchos años sin saber nada de sus padres y hermanos y, con tan poca distancia por medio, les aseguró que no podría dormir en otro lugar, así que cogió sus aparejos y se enfrentó a la nieve y un corto pero duro trayecto a través del monte Tejas.

Aproximadamente eran dos horas de dura caminata, quizá más por la nieve, pero a un joven y fuerte soldado no le arredraba ni el tiempo ni tener que atravesar la montaña para acortar el trayecto, así que, tras cenar, se despidió de sus allegados y echó a andar. La aventura terminó pronto. Al día siguiente unos vecinos encontraron su cadáver descuartizado por lobos, despedazado sin remisión, identificable apenas por los trastos que llevaba consigo.

La historia horrorizó a todos los habitantes de la comarca hasta tal punto que decidieron levantar en el lugar donde se halló el cuerpo una ermita, la ermita de Selviejo, como se conoce al lugar.

Desde entonces, cada año, los vecinos subían en Navidad a esa ermita para recordar aquella historia que contaban los mayores en las noches en las que parientes, vecinos y amigos compartían fuego y alimentos sin más diversión que trasmitir oralmente viejos relatos. Por eso, hace un cuarto de siglo, el Ayuntamiento quiso recuperar esa tradición y organizó una marcha popular a la ermita para colocar un Nacimiento.

La vigésimo quinta edición será este sábado, organizada por la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de San Felices de Buelna. Se repartirán entre los participantes caldo caliente y turrón y por las posibles inclemencias meteorológicas se recomienda llevar ropa de abrigo e impermeable y calzado adecuado. Se partirá a las diez y media de la mañana desde la plaza de Rivero y, como ya es habitual en los últimos años, se espera una alta participación de vecinos y personas de otros lugares próximos que se animan a participar en una marcha histórica con leyenda incluida.

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