San Felices culmina la pista cubierta de pádel después de tres años de obras

La pista de pádel de San Felices de Buelna ya tiene cubierta, aunque mucho más tarde y mucho más cara de lo previsto inicialmente. Las sucesivas crisis (sanitaria y energética) y una fallida adjudicación retrasaron un proyecto que le ha dado muchos dolores de cabeza al alcalde, José Antonio González Linares, como él mismo reconoce. Una simple cubierta que iba a instalarse en unos meses y al precio esperado y que, finalmente, ha tardado tres años y ha costado el doble de su presupuesto inicial.

«Pero el trabajo y la insistencia han servido para tener ya la cubierta de la pista de pádel, una buena instalación que permitirá ampliar las horas de juego y, desde luego, no temer las inclemencias meteorológicas», decía el alcalde, ya respirando tranquilo, al explicar los entresijos de un proyecto que se encontró de frente con la pandemia y el confinamiento, con la subida de precios por la crisis energética y con el retraso en los suministros necesarios para su construcción.

Una obras que inevitablemente van a requerir en estos días la revisión del suelo de una cancha muy demandada por los vecinos de San Felices de Buelna y de todo el entorno, en un lugar privilegiado, con fácil aparcamiento y gratuita.

En 2019 se planteó la obra con un presupuesto de ejecución de 91.000 euros. Todo era felicidad para el Ayuntamiento por un lado, porque la Consejería de Deportes iba a sufragar la obra, y para los aficionados al pádel de todo el valle por otra, porque podrían sacar jugo a la instalación todo el año, un deporte cada vez con más practicantes que colapsa las pistas más cercanas, las de Los Corrales de Buelna.

La historia se torció cuando el concurso se lo quedó una empresa que desde el primer momento puso muchos problemas para afrontar la obra tal y como estaba estipulada, con lo que terminó rescindiéndose el contrato. Se perdió el tiempo suficiente para que entrara en escena la pandemia, retrasando aún más una nueva licitación.

Luego llegó la crisis energética y la subida general de precios y el problema fue la financiación. El alcalde reclamó, y sigue reclamando, un mayor apoyo de la Consejería de Deportes para una obra que tuvo que adaptarse al nuevo coste de materias primas, elevando el presupuesto original hasta los 143.404 euros, un 50% más alto. Al final la empresa Rucecan realizó la obra por 135.512 euros.

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