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Los vecinos de Santa Cruz de Iguña esperan con impaciencia el inicio de una obra que les devolverá una histórica zona de baño, permitirá que ... el río Besaya recupere su cauce primitivo −evitando los daños que causa su nuevo curso−, salvará la vieja presa y habilitará un salto para que los peces puedan seguir su ruta natural río arriba. Todo en un mismo plan que afrontarán varias administraciones:la Consejería de Obras Públicas, la de Medio Ambiente, la Confederación Hidrográfica y el Ayuntamiento de Molledo.
El consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa, fue el encargado de explicar el proyecto en su visita a Molledo, en la que no dejó pasar la ocasión de ver, sobre el terreno, el cambio que anuncia esa iniciativa. Con él estaba la alcaldesa, Verónica Mantecón, defensora de dar la vuelta a esta situación que está provocando muchos problemas. Todo parte del cauce desbocado de un río que ha optado por abandonar el meandro que hacía a la altura de Santa Cruz y tirar todo recto, causando muchos daños por la velocidad que ha cogido en esa nueva trayectoria que, además, no era la suya; con los inconvenientes para los vecinos y el Ayuntamiento que eso está suponiendo.
Ese será el segundo paso a dar, devolver el río a su cauce primitivo, porque el primero ha sido la construcción de una escollera que ha evitado ya males mayores a los vecinos de Santa Cruz. Ahora hay que retirar los acopios de piedra en el cauce original y tapar con ellos el nuevo lecho del río, recuperando, hacia la izquierda, la curva que lleva al Besaya camino de la vieja presa de La Cobrera, que en agosto de 2021 la Confederación Hidrográfica pretendía derribar, pero que se salvó después de que los vecinos de Santa Cruz se plantaran porque la consideran parte del patrimonio del valle de Iguña y que ha integrado el paisaje del Besaya desde hace casi 200 años. La alcaldesa recordó que el derribo «se pudo parar porque la presa permite el acceso de un vecino a su finca y no se le puede privar de ese paso». Ahora, el proyecto no solo respeta la presa sino que incluye en la misma un salto para la fauna que remonta el río.
Como sucede en tantos lugares, el entorno de la presa fue antiguamente lugar de baño en verano y aunque algunos han seguido aprovechando esa zona, apenas ya baja agua por ese tramo, secado por el nuevo trayecto del Besaya. Así que recuperar el cauce primitivo permitirá también contar de nuevo con esa zona de baño.
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