Santillana debate hoy la moción de censura en un clima de máxima tensión

Fue el pasado 27 de mayo, cuando los tres ediles de Alternativa Vecinal Independiente (AVI) sumaron fuerzas con los dos que tiene el PP y la única concejala del PRC para registrar la moción de censura y relevar al PSOE de la Alcaldía. La moción, según manifestó ese día Izquierdo, está respaldada por «un acuerdo de gobierno» que no solo regula el compromiso de «transparencia y colaboración de la futura alcaldesa», sino que también detalla el programa a desarrollar en las diferentes áreas de gobierno.

De hecho, los tres partidos firmaron hace unos días un documento que establece seis concejalías que aglutinarán una veintena de áreas de un equipo de gobierno liderado por Izquierdo.

Para la futura alcaldesa el pacto en la villa «llevaba meses roto» a causa de «los desmanes del alcalde» Ángel Rodríguez. Además, hizo referencia a los «reiterados engaños» del regidor, a quien acusó de «incumplir de forma consciente y constante» el acuerdo que firmó hace casi un año con el PRC para conseguir la investidura. Desde entonces «me he sentido ninguneada y arrinconada cada vez que he pedido explicaciones sobre los desmanes que se suceden en el Ayuntamiento, e incluso ha intentado un acuerdo con AVI y PP para expulsarme del equipo de gobierno». «Ha llegado el momento de decir basta, porque no estoy dispuesta a convertirme en cómplice de esta situación», remarcó la futura alcaldesa.

Izquierdo tiene hasta dieciséis razones para justificar la ruptura con el regidor socialista, que van desde la falta de planificación -«en diez meses no nos ha convocado a ninguna reunión de trabajo para hablar de proyectos»- a la «nefasta gestión del parking, que ha supuesto una pérdida de ingresos muy importante para el municipio en momentos de gran afluencia turística», situación que solo fue reconducida tras la denuncia realizada por el PRC, momento en que el alcalde intentó expulsarla del Gobierno municipal, sin conseguirlo al no tener apoyos.

Izquierdo también hizo referencia, entre otros motivos, a las «irregularidades administrativas y económicas» que atribuye a Rodríguez. Enumeró hasta «27 modificaciones presupuestarias», con facturas con reparo en la cuenta general de 2022 por importe de 400.000 euros, a las que se sumarán casi 600.000 euros más en 2023; el «descontrol» del gasto en fiestas; y una partida económica de 90.000 euros en el Presupuesto de 2024 destinada a los campamentos de verano, «en la que querían camuflar la contratación de un coordinador que ha ejercido hasta ahora como secretario del alcalde».

La respuesta del alcalde a la moción no se hizo esperar. En un primer momento aseguró que responde a «intereses extraños y ocultos» y culpa de ello tanto a Izquierdo como al portavoz del PP, Rafael Oceja. A su juicio, ambos tenían «preparado» un plan para desalojarle incluso antes de sellar el pacto municipal. Esta semana, el regidor señaló directamente a Izquierdo y sacó a la luz la polémica subcontración de la empresa adjudicataria de un proyecto al negocio de la hermana de la edil. Ese asunto es el que, según el alcalde, ha desencadenado la moción de censura.

Sin embargo, Izquierdo descartó que el motivo de la moción fuese ese asunto y quiso dejar claro que «ese procedimiento es totalmente correcto. No se ha cobrado ni más ni menos. Estoy muy tranquila. Si tuviese miedo o algo que ocultar no daría el paso de presentar la moción de censura ni me estaría complicando la vida».

Tras arremeter contra la portavoz del PRC, el alcalde atacó al portavoz del PP, el otro firmante de la moción, al que también va a denunciar ante la Fiscalía por presunto uso fraudulento de las instalaciones deportivas. «Espero que AVI recapacite».

Tras conocer las acusaciones del alcalde, el secretario general del PSOE cántabro, Pablo Zuloaga, reclamó el miércoles a PP y PRC que «frenen» la moción. «Ambos partidos deben exigir aclaraciones a la concejala regionalista. De ser cierto, sería un escándalo sin precedentes».

Mientras que desde el PP regional dejaron claro que ellos firman la moción para «dar estabilidad» al Ayuntamiento, el PRC prefirió no pronunciarse.