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La empresa Underwater Contractors Spain (UCS) ha comenzado esta semana los trabajos de reflotamiento de la draga Barlovento I, hundida en Suances en mayo de hace dos años mientras realizaba labores de dragado en la canal de entrada al puerto. Una labor, la del ... rescate de la embarcación, que se había encomendado inicialmente a otra empresa, la vasca BAM Maritime, que no pudo cumplir con el encargo. «Era inviable y había dificultades especiales, por lo que se le dijo al seguro que tenía que descartar a esta empresa y ofertar los trabajos a otra», señalaba esta semana el capitán marítimo de Santander César Díez, que alcula ahora que el cometido esté terminado en el plazo de un mes. «Aunque eso –matiza– nunca se puede saber».
La nueva compañía encargada de las labores es de Algeciras (Cádiz) y cuenta con una dilatada experiencia en reflotamientos de embarcaciones. Será la responsable de rescatar del fondo marino la draga para trasladarla a Gijón, que cuenta con acceso directo para el pecio en posición invertida, tras un acuerdo con una empresa de desguace. Se descarta así el puerto de Bilbao como destino, tal y como se había barajado.
Según recordó Capitanía Marítima, UCS fue nombrada el verano pasado por el seguro y se planeaba que los trabajos se realizaran entre los meses de mayo y julio, la época más propicia para ello en atención a las condiciones del mar. Sin embargo, las circunstancias relacionadas con el coronavirus y la dificultad para contar con los materiales necesarios para el reflotamiento han supuesto el retraso del inicio de los trabajos hasta este momento, en el que las corrientes son muy fuertes.
El barco especializado para estos trabajos llegó desde Algeciras el pasado lunes y está fondeando con cuatro puntos sobre el pecio. Desde allí se han comenzado las inmersiones y el reconocimiento del área, algo que el capitán marítimo ha vuelto a recalcar que no supone ningún problema para la navegación «porque está perfectamente señalizado y está comunicado por avisos que hay un barco fondeado». La nueva empresa se ha encontrado la posición de los restos del barco cambiada con respecto a la que había en octubre del año pasado y ha comprobado que se ha ido enterrando de manera paulatina. Una noticia que no es nueva, ya que en octubre pasado la otra empresa contratada y que falló en su intento comprobó ya que el barco estaba «completamente enterrado» y auguraba un rescate complicado.
La draga se hundió tras abrirse una vía de agua hace dos años. El capitán y dos tripulantes intentaron achicar, pero al no conseguirlo abandonaron el buque. La embarcación, con matrícula de Santander, 260GR de arqueo bruto, 39 metros de eslora, 7,50 metros de manga y 3 metros de puntal, se hundió en apenas veinte minutos. Un mes y medio después de que la draga se hundiera comenzaron los trabajos para intentar reflotarla.
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