Sigue el análisis de la comida de la boda, que no ha despejado aún el origen del brote infeccioso

La dificultad de esa tarea está en la propia mezcla de los alimentos -se tomaron 28 productos diferentes-, que «puede invalidar las analíticas si no están bien aisladas las partículas víricas». De hecho, de las 21 muestras ya analizadas «se va a repetir el proceso en diez porque el test no ha sido válido». En las once restantes el resultado ha sido negativo.

«De momento, no hay ningún resultado positivo a nada que se pueda atribuir entre los 28 alimentos servidos en la boda. En el laboratorio siguen trabajando en ello. La explicación del brote veremos si sale en algún alimento concreto o bien en la hipótesis que sigue siendo más probable, la de algún alimento contaminado a partir de algún manipulador», indican desde Salud Pública, que recuerdan la alta contagiosidad del norovirus, que «puede persistir en las heces del afectado durante semanas».

Para explicar cómo es posible la «explosión de casos» desencadenada a raíz de la boda -al menos 110 personas compartieron síntomas gastrointestinales-, recuerdan que «muy pocas partículas víricas (unas 18) bastan para causar una infección, un cuadro clínico y la propagación. Es extremadamente contagioso, fácil que quede en superficies y se transmita si no hay un lavado correcto de manos».