Silió elige los robles que darán forma a la Maya

El presidente de la asociación, Sergio Balza, reconocía que «tras dos años de parón hay ganas de recuperar la tradición», garantizando, dijo, la seguridad de participantes, vecinos y visitantes.

Todo ello a la espera de agilizar los trámites de declaración de esa tradición como Fiesta de Interés Regional, cuando menos. Porque pocos pueblos en Cantabria pueden presumir tan alto y claro como Silió de ser guardianes de sus tradiciones, de trasmitir de generación en generación sus viejas costumbres. Y pocos pueden hacer gala de un poder de convocatoria tan alto a la hora de mostrar el resultado de ese afán por preservar ritos ancestrales como son el izado de la Maya o una mascarada tan llamativa como La Vijanera, que también se prepara para volver a las calles el primer domingo del año que viene.

La Asociación Cultural Mayeros de Silió cumple tres años con un objetivo «claro y único», dijo Balza, «preservar el izamiento de la maya en el transcurso del tiempo».

Los más veteranos serán los principales artífices de que la Maya y la Añadición, los dos troncos elegidos por los vecinos, se unan como si fueran uno solo, alcanzando los 30 metros de largo. Dos robles que marcan la diferencia de la Maya de Silió con respecto a otras celebraciones semejantes. Dos troncos que se levantarán siguiendo las pautas que dieron lugar a la tradición, con el único apoyo de la fuerza del hombre y mecanismos tradicionales en los que solo sirven cuerdas, trócalas y andamios de madera como los usados hace siglos.