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En Silió se hacen cruces con el tema de la variante, de una nueva carretera de acceso a un pueblo que ahora mismo solo cuenta con una única vía de entrada y salida. Los estudiosos de la historia de Silió, como César Rodríguez, recuerdan que el tema no lleva décadas en la mesa, como se ha dicho estos días, sino siglos. De hecho, ya en 1868 se menciona en un Boletín Oficial el estudio de una carretera que uniría Helguera, Silió y Pando. O en 1928, cuando se habla de que se va a acometer ese proyecto, lo mismo que en 1936, la única vez que ha habido motivos evidentes para no ejecutar la obra.
Otra cuestión es por dónde acometer esa variante. Una de las posibles alternativas, la que más gusta en Silió, fue noticia durante la construcción del nuevo puente sobre el río Besaya en Helguera, en 2015. Se dijo que era esencial para luego avanzar con una carretera que conectaría ese puente con la zona norte de Silió, actualmente un paseo, como mucho, para bicis de montaña.
Un camino que muchos utilizan para disfrutar como se merece La Vijanera, fiesta multitudinaria que es un quebradero de cabeza para los conductores y los organizadores. Para unos por las dificultades para aparcar si no vas tres horas antes del inicio. Para los otros por el temor de que suceda algo en una «ratonera» como es Silió, por contar con ese único acceso por carretera. Se aparca en Helguera, se da un paseo de apenas 15 minutos a Silió y se disfruta de la mascarada sin agobios. Otra cosa es que el invierno haya sido duro y ese paseo esté impracticable.
Volviendo a la actualidad, el 29 de julio el consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Roberto Media, visitó Molledo y asumió el compromiso de iniciar la redacción de un nuevo estudio informativo que «solvente», dijo, los problemas de acceso a Silió. Una variante «de la que se lleva hablado décadas» y que, a día de hoy, sigue sin resolverse, aseguró Media, para adelantar que se trata de una inversión de entre 2,5 y tres millones de euros, en función de la alternativa que se termine eligiendo. En esa elección los vecinos de Silió aseguran preferir la opción histórica, la de unir su pueblo con Helguera de Molledo, porque aseguran que así sí tendrían dos accesos, y no con la carretera que mejoraría la actual.
Eso se planteó el año pasado. En concreto el 5 de abril, tras la visita de la entonces consejera de Obras Públicas, Jezabel Morán. Anunció a la que era alcaldesa, Verónica Mantecón, que su departamento había iniciado los trámites para mejorar el acceso directo a Silió después de estudiar todas las propuestas y posibles soluciones. La mejor alternativa consistía en la construcción de una glorieta en la CA-712, entre Santián y Silió, para abrir una nueva vía directa hacia la Nacional 611, al sur del cruce de Madernia, todo ello con un coste aproximado de 2,5 millones de euros. Se salvaría el río Besaya mediante una estructura de unos 110 metros de largo con vanos de longitud superior a los 25 metros y un resguardo para la avenida de 500 de 0,75 metros. Se trataba, decía la consejera, de la opción «menos invasiva y que cumple con los condicionantes impuestos por distintas entidades, por lo que se estima que es la más óptima de las planteadas».
Cesar Rodríguez explicó que «ya mis abuelos me dijeron que ellos, de niños, siempre escucharon lo de la carretera, pero nunca se llegó a hacer, con lo que no creo que haya un proyecto en todo el valle, ni la comarca, que lleve tanto tiempo pendiente».
Como uno de los máximos exponentes de La Vijanera, afirma que «al margen de la carretera, lo que necesita el pueblo es una vía de evacuación» hacia Helguera, que, explicaba, «solo implicaría un puente de unos ocho metros para salvar un pequeño regato de ese camino y acondicionar el firme en un tramo no demasiado largo».
En cuanto a la propuesta de comunicar Santián con la Nacional 611, en Silió dicen que no es una mala opción, «pero la entrada seguiría siendo solo una». «No puede ser que podamos ir en coche al Sel de la Carrera y no a Helguera de Molledo», aseguran.
En un Boletín Oficial de la Provincia de Santander publicado en 1868 se recoge la construcción de varias carreteras, al menos una veintena en la comarca central, muchas en San Felices de Buelna, y, entre ellas, la mencionada entre –como destaca esa publicación– Pando y Molledo, por Silió y Helguera. Una orden firmada el 13 de mayo de 1868 por el entonces Gobernador Civil Bartolomé de Benavides Campuzano que incluye cerca de 200 nuevas carreteras repartidas por toda la región, algunas de «primer orden», como una carretera recientemente mejorada y que espera su última fase, la que une Arenas de Iguña y San Vicente de Toranzo por Cotillo y Castillo Pedroso, como resalta ese histórico Boletín Oficial.
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