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A Diego Naranjo le encanta el agua y a su perrita Popa, más aún. Así que cuando se enteró de que se iba a celebrar una competición de surf canina en su pueblo, no dudó en ser el primero en apuntarse. De esta manera, Diego ... acaba de descubrir que a Popa este deporte «se le da genial». Él y ella, Diego y Popa, claro, forman una de las veinte parejas inscritas en la tercera edición del Campeonato de Europa de Surf Canino, que se disputa este fin de semana en la playa de La Concha.
La iniciativa corre a cargo de la empresa Dingo Natura (de alimentación de perros y gatos) con el apoyo del Ayuntamiento de Suances. Se trata de «fomentar el deporte en compañía de estas mascotas». Un perro activo es más «equilibrado y sano», defiende el organizador, Manuel Calvo. Pero hay más. Porque el campeonato cuenta con una vertiente solidaria, ya que sus actividades están orientadas también a las adopciones responsables.
Este sábado tocó entrenarse para la competición del domingo, que consta de dos modalidades. En una participarán perro y dueño y en la otra solo lo hará el animal orientado por el humano, que le indicará qué ola sufear. En total, veinte perros valientes que se enfrentarán a la bravura del mar Cantábrico. El premio será un cheque con 2.000 raciones de comida, que el mejor puntuado podrá destinar a la protectora de animales que elija –otro de los elementos solidarios importantes de la cita–.
Manuel Calvo
Organizador
Ojo, que va en serio. Los jueces, de la Federación Cántabra de Surf, serán los encargados de valorar la complejidad de la ola y la duración del recorrido. Pero, sobre todo, «lo que disfrute el perro encima de la tabla». «Tiene que ser un juego para él», señala Calvo. Si los criterios a tener en cuenta fueran exclusivamente los del surf, Deva Martín Solar tendría mucho adelantado. La doce veces campeona de España y subcampeona de Europa de body board es una de las participantes y ha puesto su escuela a disposición para que los otros inscritos puedan tener tablas para prepararse y participar. «Me animé a inscribirme porque soy surfera y tengo perros», resume recién salida del agua.
Junto a Deva están Eric y Yasmín, que vienen de Bilbao. Tenían un perro enamorado del mar y, cuando lo iban a inscribir a un campeonato, enfermó. Vienen en su honor junto a otra perrita que «solo piensa en playa, surf y agua», dicen. Consideran que esta es una forma de enseñar a la gente «que se puede hacer deporte con ellos o ir de vacaciones, porque se merecen experiencias como esta». Viendo el tino de la perra en el entrenamiento confían en un buen papel. «Si no se pone a cazar gaviotas...».
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