Suances sacará a licitación su funicular a finales de año

Paralelamente, se están elaborando los informes sectoriales y tramitando los permisos pertinentes con el Gobierno regional, teniendo en cuenta que la zona donde se va a instalar es suelo no urbanizable. Así, el alcalde, Andrés Ruiz Moya, ha mantenido un encuentro con responsables de la Crotu, que, según ha explicado, «no han visto ningún inconveniente», aunque aún falta la autorización por escrito. Al mismo tiempo, se ha pedido cita con Medio Ambiente para iniciar también el proceso de tramitación necesario.

«Mediante las reuniones previas lo que hacemos es plantearles el proyecto y escuchar su versión y, a partir de ahí, lo formulamos por escrito», explica el regidor, que calcula que se pueda sacar a licitación a finales de año.

Sobre los avances, Ruiz Moya ha apuntado que a mediados de 2024 se debe justificar ante el Ministerio el 50% de la actuación, para lo que se cuenta con un plazo total de tres años.

Desde que se dio a conocer la intención del Ayuntamiento de utilizar los fondos europeos Next-Generation, en el marco del plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para instalar un funicular que descongestionara la entrada de coches en verano y conectar el pueblo con las playas, ha sido uno de los asuntos más comentados por los vecinos, algunos de los cuales no daban crédito y lo relacionaban con la campaña electoral. Precisamente porque la necesidad de unir ambas zonas de la villa es algo en lo que desde hace tiempo han venido coincidiendo los ciudadanos en general así como los representantes políticos.

El Plan de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD), que dota a Suances con 3,4 millones de euros, permitirá que la utopía se haga realidad. El citado plan tiene como finalidad dar respuesta al objetivo de mejorar la competitividad turística de cada municipio y del conjunto de la comunidad.

Antes de decantarse por el funicular, desde el Ayuntamiento se barajaban también otras alternativas diferentes, como una pasarela y ascensores, escaleras y una telecabina. El grado de impacto ambiental y el coste económico hizo que la balanza se inclinase hacia el funicular. Para ello, se elaboró un cuadro y se otorgaron puntuaciones a las distintas propuestas.