«Hemos superado el tope de visitantes al que llegamos el año pasado»

–Parece que cada año aumenta el número de personas que visita Suances. ¿Hay un límite?

–En los últimos años Suances se ha puesto de moda y por eso cada vez hay más gente. Si el año pasado llegamos a un tope, este año hemos sobrepasado ese límite. Al final, la gente viene huyendo de las altas temperaturas, busca un clima lo más apetecible posible. Y ese está en el norte. Dentro de nuestra comunidad, Suances es uno de esos municipios bellos, agradables y con atractivos que merece la pena visitar.

–Entre esos atractivos figurará en un plazo breve de tiempo el proyectado funicular.

–Este tipo de construcción es una infraestructura importante que ha sorprendido a propios y a extraños de forma agradable. Comunicar la parte de arriba del pueblo con la de abajo a través de un funicular va a ofrecer comodidades a toda la gente, especialmente a las personas de más edad que tienen que subir a hacer sus compras dependiendo del coche. De esta manera, las comodidades van a ser totales y absolutas. No hay que olvidarse de que esta inversión no se podría llevar a cabo si no fuera a través de la subvención de la Unión Europea, con esa aportación de 3,4 millones de euros. Pero no todo ese dinero se va a destinar al funicular.

–¿Qué otros proyectos destacaría?

–La renovación parcial del alumbrado de vapor de sodio a lámparas led, el aparcamiento de autocaravanas, la casa de los guardeses… En definitiva, son obras que van a transformar aun más si cabe el municipio.

–¿En qué punto se encuentran las obras para convertir el Palacio del Amo en centro cultural tras solicitar la empresa encargada de la rehabilitación preconcurso de acreedores?

– Nadie está exento de este tipo de situaciones y la empresa Conspur ha entrado en preconcurso de acreedores por causas completamente ajenas a la administración. En estos momentos se está barajando la posibilidad de subcontratar por parte de esta empresa a otra que podría estar interesada en retomar las obras. Hasta hace un mes la obra llevaba una trayectoria inmejorable y era tremendamente optimista.

–¿Cuál podría ser la salida de esta situación?

–Justificando que se ha ejecutado más del 20% y estamos en esa situación. Parece ser que va por buen camino. En caso contrario, la Administración regional tendría que acudir a un nuevo sistema de licitación, con lo que los trabajos se iban a retrasar mucho más.

–¿Qué otros proyectos maneja para la legislatura que ahora comienza?

–Dentro de lo que es el compromiso de legislatura está dar traslado de la ampliación del centro de salud, la restauración ambiental de la ladera del monte, la conversión de la Casa de los Guardeses en un museo del mar, la construcción de un aparcamiento de autocaravanas en la zona de La Ribera, el cambio a led del alumbrado público y seguir mejorando y ampliando los parques infantiles, algunos de ellos ya cubiertos. Además, seguiremos trabajando para la construcción de la pista pumptrack. También se han retomado ya las obras de la nueva oficina de turismo. Además de otras mejoras que se van realizando día a día.

–¿El documento del tan ansiado Plan General de Ordenación Urbana ha logrado algún avance?

–El Plan General es una patata caliente que tenemos desde hace bastante tiempo. A veces se echa la culpa a los ayuntamientos, y no depende solo y exclusivamente de ellos, porque durante todo el proceso interviene otra Administración a través de diferentes Consejerías y los informes sectoriales correspondientes. Hay modificaciones, consultas, cambios de ámbito nacional y regional y, al final, todo eso supone tener que ir trastocando todo lo que vas haciendo hasta ese momento. Hoy en día ya están muchos informes sectoriales de las diferentes consejerías del Gobierno regional y eso es lo que retrasa cualquier decisión sobre el Plan.

–¿Queda algo del botellón que tan de cabeza le ha traído años atrás?

–Creo que el botellón ya no es ni la sombra de lo que era. Cuando yo accedí a la Alcaldía, era realmente de asustar y de preocupar. Hoy en día, la situación ha cambiado de forma considerable. Hoy la juventud que hace uso, y abuso a veces, del botellón ya está más localizada, más concentrada. Siempre hay excepciones, pero se comportan de una manera más comedida, más prudente y más tranquila. Para que hayamos llegado a eso, la mejor medicina es que hay un control por parte de las fuerzas de orden público, tanto de la Policía Municipal como de Guardia Civil.