«Esta es una urbanización tranquila, pero hay gente que ni conocemos»

«Nosotros no nos hemos enterado de nada hasta que hemos visto el jaleo que había cuando han llegado varias patrullas de la Guardia Civil junto a la urbanización. Nadie ha escuchado ni ha oído nada, sabemos lo que ha pasado por vosotros, por el periódico, porque aquí casi nadie sabe quiénes son ni el fallecido, ni el herido, aquí vive mucha gente, la gran mayoría, que es de fuera», explica.

Precisamente por tratarse de una pequeña localidad costera tranquila en la que la vida de sus vecinos apenas se altera, salvo en la época estival, cuando llegan muchos veraneantes, los residentes habituales todavía ayer mostraban su sorpresa por el suceso y su fatal desenlace. «La verdad es que es una cosa rara, extraña, que no te esperas, ahí al lado de tu casa, pero es una discusión en una vivienda privada y de puertas para adentro no se sabe lo que pasa», señala Juan Carlos, vecino de Cuchía, otra de las localidades de Miengo. «Lo que es injusto es que un pueblo tan bonito como Mogro y todo el municipio de Miengo sea ahora conocido por el fallecimiento de una persona y no por los atractivos que tiene y por los que todos los veranos viene tanta a gente a visitarnos», agrega.

Opinión que comparte la primer teniente de alcalde, Sara Gómez, que insiste en que se trata de «un suceso doméstico ocurrido en una propiedad privada, en un domicilio, ocurrido en Mogro, como podía haber sido en cualquier otro sitio». La alcaldesa en funciones cree que «ahora lo que hay que hacer es dejar a la Guardia Civil que lleve la investigación» y sobre todo hace un llamamiento a la tranquilidad «porque se trata de un hecho aislado ocurrido en una vivienda particular y no un suceso en la calle o en la playa como mucha gente se creía», de modo que «tanto los vecinos como los visitantes pueden estar tranquilos porque Mogro, y por extensión el municipio de Miengo, es un lugar seguro».

La localidad más poblada del municipio, con unos 1.400 habitantes, goza de ser un enclave turístico, por su belleza paisajística y por su ría natural en la que el río Pas va a parar en el Cantábrico. Y a pesar de contar con varios establecimientos de hostelería a pie de la playa no es un lugar bullicioso y de ocio nocturno, más bien al contrario, como dicen sus vecinos: «Es un pueblo muy tranquilo a 15 minutos de Santander, lo que ha impulsado la construcción de viviendas dormitorio por su cercanía a la capital de la provincia». «Aquí la gente se dedica a ir de su casa al trabajo, esto es una zona residencial, y la gente que viene de fuera viene aquí para disfrutar del paisaje del paseo, de las playas y del golf», apuntan en el Hotel Milagros Golf.

El hombre de 57 años falleció la mañana del domingo a causa de un disparo en la cabeza, después de mantener una pelea con su hijo en una vivienda de la calle Playa de Usil. El joven, un varón de 22 años, resultó herido leve por arma blanca, y fue ingresado en el Hospital Sierrallana, en Torrelavega, donde confirmaron que se recupera tras ser intervenido quirúrgicamente. Según fuentes de la Delegación de Gobierno, «todo apunta» a que el propio fallecido fue quien se disparó en la cabeza.

El suceso tuvo lugar a primera hora de la mañana, cuando alrededor de las 08.30 horas, la Guardia Civil tuvo conocimiento de una discusión entre un padre y un hijo en el interior de una vivienda. Al llegar al lugar encontraron al hijo herido de arma blanca, y al otro hombre con un impacto de arma de fuego en la cabeza. El joven, con lesiones leves en el pecho y en una pierna, fue trasladado al centro hospitalario de Sierrallana, mientras que el varón de más edad, que resultó herido muy grave, fue trasladado al Hospital Marqués de Valdecilla, donde falleció.

La zona donde ocurrieron los hechos está próxima al aparcamiento de la playa de Mogro, y de los negocios hosteleros que funcionan a pie de playa. Se trata de una zona residencial, llena de casas bajas con jardín y de urbanizaciones. En la vivienda de una de ellas, compuesta por edificios de tres plantas, ocurrieron los hechos. Ayer a mediodía, aún era visible desde la calle el precinto colocado por los agentes de la Guardia Civil para acordonar la zona de acceso a la casa.

Vecinos de la zona comentaron cómo habían amanecido «impactados» tras observar varios coches patrulla de la Guardia Civil aparcados en su calle -también acudieron, al menos, un par de ambulancias-. Según el testimonio de otros residentes, los implicados en el trágico suceso serían vecinos desde hace tiempo de esta urbanización de Mogro, aunque «no son del pueblo».

Trabajadores de los negocios hosteleros y de los servicios cercanos también confirmaron la presencia de la Guardia Civil desde bien temprano en los alrededores de la urbanización. A mediodía, agentes y vehículos ya habían abandonado el lugar, por otro lado bastante concurrido al tratarse de un día de fiesta, soleado, y tan cercano a la playa de Mogro. «Creíamos que se trataba de algún de alguna detención pero cuando hemos visto las ambulancias, malo», comentaba una vecina desde la ventana.