Vecinos de La Riachuela recogen 732 firmas para desbloquear el PGOU de Suances

Lo cierto es que el PGOU de Suances lleva más de veinte años en revisión y su tramitación se asemeja más al 'día de la marmota', puesto que suma ya dos aprobaciones iniciales y va «camino de la provisional» en un Pleno que se celebrará el próximo día 27 y en el que se dará cuenta de la documentación para remitirla a la Crotu. En la actualidad, ni siquiera cuenta con equipo redactor en vigor, ya que hay que volver a sacar el contrato a licitación, aunque eso al alcalde de Suances, Andrés Ruiz Moya, no le parece un inconveniente. «Eso no nos preocupa ahora, porque no va a paralizar la tramitación», explicaba a preguntas de este periódico. Según Ruiz Moya «no es verdad» que el plan esté «bloqueado» y echa las culpas de la dilación a la burocracia urbanística regional y al cambio de leyes continuo que afecta al desarrollo de los planes en general, no sólo al suyo . «El Ayuntamiento está deseando quitarse el muerto de encima, como otros», citando a Santander, Torrelavega o Reocín como territorios con el mismo dilema. Según explica, todas las fases de aprobación pasan «por diferentes organismos» del Gobierno regional «y es ahí donde está el problema».

Sean las culpas de quien sean, las continuas idas y venidas del documento y sus salidas a información han obligado a los afectados a aflojar el bolsillo contratando técnicos para presentar alegaciones ante planteamientos del equipo redactor de Suances con «errores garrafales» -según denunció en su día la oposición en la aprobación del año 2019- ya que no corresponden con la realidad local.

Una de esas historias que hay tras esta accidentada tramitación está en La Riachuela, una zona en declive, de pequeñas casitas de pescadores, y con una población envejecida que reside en pleno corazón urbanístico de Suances, junto al Ayuntamiento. Sus vecinos han decidido salir a la calle para recoger firmas y «hacer llegar nuestras voces al Ayuntamiento» para que dé una solución a su problema, pero también a las decenas de situaciones surgidas en otros puntos del municipio por la «pasividad» local a la hora de impulsar medidas. «La voz del pueblo han sido las alegaciones, movilizándonos pretendemos reivindicar todo aquello que no se está haciendo bien», explicaba esta semana un portavoz vecinal de La Riachuela a este periódico. «Hay mil historias y, muchas veces, un drama tras la puerta», incidía. «El Ayuntamiento debe estar abierto a escuchar y ejecutar las demandas» del pueblo.

Tocando esas puertas por todo el municipio han conseguido 732 firmas que serán entregadas mañana lunes en el Consistorio. El caso de La Riachuela es peculiar porque se trata de una zona de casas viejas, algunas en situación de ruina, que están «bloquedadas» para su reparación o demolición por los vaivenes del PGOU. Y es que, según explican, en el momento que sale a exposición ya no se les deja hacer «obra mayor», sólo pequeñas actuaciones. A la par, la última revisión contempla un desarrollo «mínimo» para el barrio que no está acorde con los bloques de viviendas que los rodean y que contemplan volumetrías «mucho mayores», lo que hace perder valor a su propiedad ya que no les garantiza ni «una casa por vecino». También explican que se recogen «unidades de actuación» que les «secuestra» en sus casas, ya que les obligan a ponerse de acuerdo unos con otros para construir, pudiendo darse el caso de que tres propietarios puedan obligar al cuarto a irse de su casa con un valor mínimo. «La mayoría somos ya mayores y sólo queremos dejar un futuro aquí para nuestros hijos y no un problema», concluyen.