El viejo puente de Golbardo, pendiente de su acondicionamiento desde hace cuatro años

El Gobierno regional, después de barajar diferentes alternativas para salvar el cauce del Saja en esta zona, optó por respetar la estructura de toda la vida y construir otra en paralelo con el fin de preservar el viejo puente por su valor cultural, pues es el primero de hormigón armado que se construyó en España. Y de ahí el diseño del nuevo viaducto, en consonancia con este.

Pero, sin embargo, aún está pendiente la rehabilitación del área en que se ubica este puente antiguo y su propia estructura para convertirlo en un atractivo más de la zona. En este sentido, el alcalde de Reocín, Pablo Diestro, explicó que existe un proyecto de Obras Públicas ya finalizado, con un presupuesto de unos 800.000 euros, que busca proteger el puente de las riadas, ampliando el cauce del Saja en esa zona y eliminando los rellenos que se hicieron para la construcción de la carretera autonómica. En definitiva, lo que se busca es «devolver al área el estado original que tenía antes de construirse el paso o, al menos, que sea lo más similar posible». Pero, además, se pretende «proteger el puente, porque es BIC».

De forma paralela, se está realizando un estudio para «ponerlo en valor». «Se quiere proteger primero y luego, aprovecharlo», indicó el regidor. Así, se baraja la construcción de una especie de mirador, teniendo en cuenta que es «una zona muy atractiva, muy bonita para ver con la doble visual entre el puente nuevo y el puente viejo».

Precisamente, el futuro del antiguo paso fue objeto de polémica antes del inicio de la construcción de la nueva estructura. Y es que, según el proyecto inicial, estaba prevista la demolición del viaducto construido en los primeros años del siglo XX. Subsanado lo que fue calificado como un «error», la obra pudo empezar con la certeza de que el puente de toda la vida tendría muchos años por delante para el uso y disfrute de los vecinos de Golbardo.

Mientras la vieja estructura permanece a la espera de un futuro mejor, la nueva, una necesidad que quedó cubierta en los primeros meses de 2019, complace a los usuarios, especialmente a los vecinos del propio Reocín y también de Alfoz de Lloredo, que ya no tienen que someterse al embudo que suponía el viejo puente y pueden pasar con camiones y todo tipo de maquinaria por la nueva estructura. Eso sí, la obra no estuvo tampoco exenta de esperas por uno u otro motivo y, de hecho, en un primer momento se barajaba que estuviera lista para diciembre de 2017.

El total de la estructura del puente nuevo mide 210 metros de longitud y el presupuesto fue de 3.795.535 euros. El viaducto fue ejecutado por la empresa Ascán bajo el proyecto de Arenas&Asociados y cuenta con dos carriles de 3,5 metros de anchura, más dos aceras de 1,5 metros y otras dos rigolas (bordillos acanalados) de 0,50. Las obras englobaron un tramo de unos 450 metros de nuevo trazado, que incluye el nuevo puente, junto con dos intersecciones: una al inicio del tramo para conectar la CA-354 con la carretera N-634 y otra al final para servir de acceso desde el nuevo vial a la localidad de Golbardo.