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En Silió ya se oyen los campanos de la Vijanera. Ya se nota el trasiego de los vecinos preparando una de las celebraciones más destacada de todo el panorama regional, Fiesta de Interés Turístico Nacional que camina hacia su declaración como Bien Inmaterial de la Humanidad.
Los días previos a su celebración, el domingo 5 de enero, se enmarcan no solo en los preparativos propios de cada año. No muy lejos, en Santillana del Mar, se puede ver una exposición sobre máscaras obra del máximo exponente de la Asociación Cultural de Amigos de la Vijanera, César Rodríguez, y con ella la muestra de documentos históricos, recientemente rescatados, que hablan de la fiesta a mediados de siglo XIX, de la 'viejanera', como queda inscrito en los legajos de 1848, «muy posiblemente los documentos civiles más antiguos sobre mascaradas». Esos textos marcarán la próxima edición, como adelantó el propio César Rodríguez. Detallan como el concejo donaba una cántara de vino tinto (una especificación incluida en esos legajos) que luego se anotaba en el libro de cuentas de la junta, algo que se quiere recuperar y representar el 5 de enero. Una muestra, decía Rodríguez, «de cómo ya entonces el concejo veía como propia la fiesta y su necesidad de colaborar para conservarla». Destaca también el nombre, la 'viejanera', recordando, explicaba, como entonces la fiesta siempre se celebraba en Nochevieja y apuntando a la posibilidad de que el nombre actual venga de esa última noche del año.
Una documentación fruto del trabajo de Pilar Villegas que se puede ver en la exposición abierta hasta abril en las Casas del Águila y la Parra de Santillana del Mar, el mismo lugar en el que se ha mostrado hasta agosto una muestra antológica sobre la Vijanera. Esta vez son fotografías tomadas por César Rodríguez sobre distintas mascaradas de buena parte de Europa, incluidas las principales de Cantabria y España, cerca de 200 imágenes que suponen una «puesta en común» de la fiesta de Silió con el resto de mascaradas, «las cuestiones que las unen y las que las diferencian». Es una muestra organizada en distintas temáticas que se podrá ver hasta abril, incluyendo trajes de algunas de las fiestas destacadas de la península ibérica y de esos documentos antiguos.
Un aliciente para preparar la doble cita de principios de año, el sábado 4 con la Vijanera infantil y el domingo 5 con una celebración que, dado el festivo del lunes, se espera que congregue a visitantes de buena parte de la geografía nacional y de países como Francia o Inglaterra, Italia o Centroeuropa, decía César Rodríguez.
Imprevisible, irreverente y alejada de convencionalismos, La Vijanera arrancará a mediodía del domingo 5 de enero desde la sede de la asociación organizadora, las antiguas escuelas, y desde el barrio alto de Santa Marina, dos comitivas que se unirán al pie de la iglesia de Silió. A partir de ahí, paso y parada por la plaza de Santiago, sede del museo de la mascarada; llegada a la Raya, donde se retarán con la historia pidiendo Paz o Guerra; y vuelta a las andadas, hasta la campa en la que se cantarán las coplas, sátira de los acontecimientos del pasado año; todo para terminar, de nuevo, al pie de la iglesia, con los guerreros del bien dando muerte al Oso.
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