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La Guardia Civil ha denunciado a tres personas por volar drones sin permiso cerca del árbol de Cartes, en uno de los casos con anécdota incluida: el aparato se estrelló casi en la punta del árbol y paralizó las visitas.
Contexto. Sábado 9 de diciembre. ... El sol se ha ido y ya es de noche a última hora de la tarde. El árbol de Navidad de Cartes de más de 65 metros de alto, el más grande de Europa, se ha inaugurado hace cuatro días y es el primer fin de semana con la nueva atracción estrella de Cantabria. La autovía se ha colapsado en varios momentos y la gente aparca a más de un kilómetro con tal de ser uno de los primeros afortunados en contemplar el árbol que acapara todas las miradas. No cabe ni un alfiler en Cartes. En ese trasiego de gente, uno de los curiosos decide echar a volar un dron sin permiso con tan mala suerte que acaba estrellado en lo alto de la estructura, a 57 metros, casi casi en la cima.
Fin de la fiesta. La Guardia Civil tiene que echar al público que se encontraba bajo los metros y metros de luces e incluso se paralizan las visitas durante un rato. Ante la mirada alucinada de la gente, los técnicos trepan por dentro del gran entresijo de hierros hasta casi la punta del árbol para recuperar el aparato.
Con esta, y otras dos, son tres las denuncias interpuestas por este motivo desde la inauguración del pasado 5 de diciembre. La Guardia Civil ha sancionado a tres personas por volar estos dispositivos sin contar con las autorizaciones administrativas necesarias. Los agentes detectaron los aparatos sin permiso dentro de los dispositivos de seguridad desplegados por la previsión de aglomeraciones desde que el enorme adorno empezó encendió sus luces.
La Guardia Civil recuerda que en este tipo de eventos multitudinarias no se puede volar drones sin autorización administrativa y que la multa puede ascender hasta los 4.500 euros. En una nota informativa, la Guardia Civil recuerda que para volar drones en España, el pilosto debe contar conla titulación correspondiente, además de un número de operador, que debe colocarse de forma visible en la aeronave.Además, el piloto deberá de tener un mínimo de formación acreditable, teórica y práctica, en función de la categoría del aparato, y tener contratada una póliza de seguro de responsabilidad civil.
Los vuelos con seguridad estarán condicionados, entre otros, por el peso del dron, la presencia de otras personas y la cercanía a edificios, teniendo en cuenta las limitaciones existentes en el lugar, la cercanía de aeródromos o zonas militares, o la protección de infraestructuras críticas y medioambiental.
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