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La Guardia Civil de Cantabria ha vuelto a desarticular un grupo criminal dedicado al tráfico de drogas en las zonas de Cartes y Torrelavega, formado por viejos conocidos detenidos en anteriores ocasiones que habían vuelto a las andadas renovando su organización. Ahora, han vuelto a caer en la operación 'Chrimia'. Han sido tres los detenidos, después el jefe se ha entregado y los cuatro han sido enviados a prisión.
El cabecilla es un vecino de Santiago de Cartes de 41 años de edad. Con él ha acabado entre rejas su hijo, de 24 años, que se encargaba de 'cocinar' la droga. También fue enviado a prisión el que vendía las dosis -otro vecino de Santiago de Cartes de 57 años- y el responsable de la 'guardería' de la droga localizada en un local sin uso de San Felices de Buelna, un torrelaveguense de 32 años de edad.
El jefe, al ver desmantelado el grupo y ante las intensas gestiones de la Guardia Civil para su detención cuando ya había sido arrestado su hijo y los otros dos, se personó voluntariamente en los Juzgados de Torrelavega y siguió la misma suerte que los demás.
En el año 2019 la Guardia Civil de Cantabria, en la llamada operación 'Gaitera' contra el tráfico de drogas y las peleas de gallos, desmanteló una organización criminal que operaba desde Cartes. Dos de los detenidos en aquella ocasión eran el padre y el hijo que han vuelto a caer ahora. Ya se les detectó a principios de este año en actitudes que hicieron sospechar su vuelta al tráfico de drogas renovando a los integrantes de la organización y operando en las mismas zonas.
La investigación puso al descubierto que la organización había establecido tres puntos de distribución de la droga: en los exteriores de viviendas de Santiago de Cartes, Torrelavega y Viérnoles.
Para tratar de evitar la acción de la Guardia Civil, estos puntos eran rotatorios, concertando las ventas de las dosis, en unos u otros, según el interés de la organización.
De igual forma los guardias civiles sospecharon que la droga era guardada en un local sin uso de la localidad de San Felices de Buelna, sin relación con el cabecilla.
La forma de actuar de los investigados coincidía plenamente con la utilizada por la organización desmantelada dos años antes en la operación 'Gaitera'. El cabecilla tenía bajo su mando a dos hombres: uno que se encargaba de las ventas de las sustancias estupefacientes en los lugares establecidos en Santiago de Cartes, Torrelavega y Viérnoles y otro que se responsabilizaba de guardar la droga en el local de San Felices y el transporte de la misma para su venta por parte del anterior.
De esta forma, por el cabecilla no pasaba droga alguna, teniendo además a su hijo como encargado de cortar y elaborar principalmente cocaína.
Con la información obtenida, el pasado 21 de junio se practicaron tres detenciones: la del hijo del cabecilla de la organización, así como las de los presuntos responsables de la venta, custodia y distribución de la droga.
Simultáneamente se practicaron tres registros en viviendas de Torrelavega, dos en Santiago de Cartes, uno en Viérnoles y otro registro más en el local de San Felices de Buelna. En este último lugar, considerado como la 'guardería' de la droga, los agentes intervinieron casi 800 gramos de metanfetamina, más conocida como 'cristal', y más de 200 gramos de cocaína en roca con un alto índice de pureza y aún sin cortar, con el que se podrían haber puesto en circulación unas 1.000 dosis.
En el resto de los lugares, además de balanzas de precisión, efectos de dosificación de las drogas y documentos contables, se intervinieron más de 700 gramos de sustancia de corte.
La operación continuó al no ser localizado el cabecilla, intensificando las pesquisas para su detención. Pero el pasado 24 de junio se personó voluntariamente en el Juzgado de Torrelavega, posiblemente al saberse buscado por la Guardia Civil.
La operación ha estado dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 6 de Torrelavega, con la coordinación de la Fiscalía Antidrogas.
La investigación ha sido desarrollada por efectivos de la Guardia Civil de Cantabria pertenecientes al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), con el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) y el Servicio Cinológico.
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