Uno de los heridos en las fiestas de Bezana recibió una puñalada que le afectó al bazo

Según ha podido saber este periódico, la disputa se desencadenó en la tarde/noche del sábado, después de que cinco jóvenes cercaran y golpearan a un sexto en un parque de la localidad, en el que se estaban celebrando las populares fiestas por San Juan, y de que el muchacho agredido, que logró emprender la huida, corriera en busca de ayuda para cobrarse la revancha.

Unos minutos después de eso, ambos grupos, uno integrado por cinco jóvenes de origen magrebí (los causantes de la agresión inicial) y otro por una decena de jóvenes de etnia gitana (los acompañantes del chico agredido), todos ellos de entre 16 y 18 años y la inmensa mayoría menores, se encontraron en el andén de la estación del tren de Bezana, donde se desató una violenta pelea en la que salieron a relucir algunas armas blancas.

Como consecuencia del suceso resultaron con contusiones al menos cuatro de los participantes, y ya con lesiones de mayor gravedad otros dos, uno por bando, ambos heridos por arma blanca con suerte dispar.

De acuerdo con los datos recabados, uno de ellos, de origen magrebí, recibió una puñalada directamente a la altura del bazo. Herido, el chico subió al tren en la estación de Bezana acompañado por el resto de sus amigos, que al ver la gravedad de su herida decidieron apearse en la siguiente, Mortera, y correr en dirección al Hospital de Mompía, donde la víctima fue atendida y trasladada después hasta el Hospital Valdecilla, donde, al parecer, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.

Y el otro, de raza gitana, sufrió algunos cortes, si bien poco profundos, en la espalda y una mano. En su caso, el joven permaneció en la estación de tren de Bezana acompañado por sus amistades -y por algunos familiares que fueron congregándose en el lugar al ser informados de la reyerta- hasta la llegada de una ambulancia enviada por el 061 para organizar su evacuación.

Una vez procuraron la asistencia médica a todos los heridos, los equipos sanitarios despejaron el escenario a la Guardia Civil, que se puso a trabajar rápidamente para esclarecer los hechos e identificar, detener y poner a disposición judicial a los participantes.

Lo primero no ha resultado difícil. Con los testimonios facilitados por algunos testigos presenciales de la pelea, que los hubo, las imágenes grabadas por las diversas cámaras de vigilancia de la estación de tren de Bezana, y las evidencias encontradas en el mismo escenario de la pelea, la Guardia Civil se ha hecho una idea cercana de lo sucedido; un encontronazo entre dos grupos de jóvenes que ya se conocen -porque ya antes se habían peleado- y a los que los agentes tienen identificados. Y lo segundo llegará con el paso de las horas y el avance de las investigaciones para determinar el grado de participación en la refriega de cada uno de los implicados.