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La liquidación del gigante inmobiliario Reyal Urbis, que en 2013 protagonizó la segunda mayor quiebra de la historia de España -solo por detrás de Martín Fadesa-, con unas deudas de 4.660 millones de euros, obliga a vender con fuertes rebajas una buena parte de ... los terrenos de su propiedad repartidos por todo el país. Entre ellas, quince parcelas ubicadas en Santa Cruz de Bezana, que salieron a subasta desde el pasado 20 de febrero hasta el 10 de abril, sin que nadie se interesara por ellas, por lo que el concurso quedó desierto, según confirmaron a El Diario Montañés desde el portal Escrapalia, donde estaba alojada la subasta en internet.
Los terrenos con categoría de urbanizables en las Normas Subsidiarias municipales, situados entre el IES La Marina y el Mesón Dos Pozos y Jimena, comprenden una superficie de 16.687 metros cuadrados y su precio de salida se estableció en 295.000 euros, lo que supone una rebaja del 72% respecto al valor del plan de liquidación, que asciende a un millón de euros.
295.000 euros era el precio de salida de las quince parcelas subastadas en Bezana.
16.687 metros cuadrados es la superficie de suelo puesto a la venta en Cantabria por Reyal Urbis.
¿Por qué en plena recuperación urbanística, con especial intensidad en Bezana, nadie se ha interesado por estas parcelas? Según los expertos y profesionales de la compraventa inmobiliaria consultados por este periódico, la subasta habría quedado desierta debido a que los terrenos «no tienen perspectivas de desarrollo ni a corto ni a largo plazo. No se sabe si seguirán siendo urbanizables».
Hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento ha activado la elaboración de un nuevo Plan General para sustituir las normas urbanísticas vigentes desde 2006, por lo que la etiqueta de esos suelos podría cambiar, sobre todo si no están consolidados, como ocurre en este caso.
Los de Bezana no han sido los únicos suelos que Reyal Urbis ha sacado recientemente a subasta obligado por el concurso de acreedores. En total, ha puesto a la venta un lote de terrenos por valor de 20 millones de euros distribuidos en diferentes localidades de España: Madrid, Navarra, Asturias, Huelva, Murcia y Valencia. Unos activos que se suman a los que ya se subastaron en meses anteriores, valorados en 40 millones de euros.
El estallido de la burbuja, como ocurrió en multitud de empresas vinculadas al sector inmobiliario, fue la causa de la caída de Reyal Urbis. El Estado es, actualmente, el principal acreedor de la compañía, con un agujero que ronda los 1.300 millones de euros. La empresa llegó a tener una plantilla de 420 empleados, de los cuales 137 trabajaban en la actividad inmobiliaria y 283 en el sector hostelero.
Tras aquella crisis y quince años de parálisis urbanística, el ladrillo parece que vuelve a coger aire en Cantabria. Y Bezana es uno de los epicentros de esa recuperación, lanzada a la carrera inmobiliaria con más de mil viviendas nuevas en su horizonte. Actualmente, cuenta con medio millar de casas proyectadas a corto plazo, a las que hay que sumar otras pequeñas promociones de viviendas unifamiliares que salpican el municipio, las doscientas que ya están en ejecución y otro medio millar que suman los distintos planes registrados por promotores.
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