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La cueva de El Pendo recibe ya unas 15.000 visitas al año. Es uno de los banderines turísticos de Cantabria y quizá no precise a estas alturas de carta de presentación. Pero imagínese estar en cualquier lugar y tener la sensación de que, a un palmo, como para poder tocarlas, tiene delante las 24 figuras de color rojizo que hicieron nuestros antepasados de la Prehistoria. Que puede intuir si fue un dedo o un trozo de piel lo que, hace 25.000 años, sirvió para dibujar. Es la realidad virtual al servicio del arte rupestre y ayer, una representación tecnológica de esta cavidad sirvió de colofón a los actos organizados por el veinticinco aniversario del descubrimiento del friso.
«Hemos traído la cueva de El Pendo al parque Lorenzo Cagigas. Con esta tecnología facilitamos el acceso de todas las personas a esta cavidad y continuamos poniendo en valor el patrimonio tan importante a nivel mundial que reside en Escobedo», explicaba José Manuel Morlote, mientras los ciudadanos guardaban turno para ponerse las gafas de realidad virtual. Sabe bien de lo que habla. Él fue uno de los integrantes del equipo de investigadores que descubrió el friso que ahora, veinticinco años después, se ha convertido en la joya de la corona en cuanto a patrimonio rupestre se refiere.
No es para menos. El Pendo, cuyas pinturas fueron descubiertas el 21 de agosto de 1997 fruto, por un lado, de la búsqueda incansable de un grupo de arqueólogos y, por otro, de la casualidad, es anterior a Altamira. Se cree que 9.000 años de diferencia. Desde su hallazgo, la cavidad se ha convertido en un motor turístico excepcional para la región y sitúa en el mapa al municipio de Camargo dentro del patrimonio rupestre mundial. Que la Unesco la reconociera, en 2008, como Patrimonio Mundial de la Humanidad también ha ayudado a que las visitas crezcan año tras año de manera exponencial.
Según los datos que maneja el Ayuntamiento de Camargo, de las cerca de 15.000 visitas que la cavidad ha recibido este año, el 90% procede de fuera de Cantabria y dentro de esta amplia representación, el público internacional se lleva buena parte de la tajada.
«Es el banderín de enganche de la promoción turística y cultural de Camargo» y, por extensión, de Cantabria, decía hace escasos meses Ramón Montes, el coordinador del Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica (Caeap) y, a su vez, director de la excavación. Lo hacía durante la presentación de la guía ilustrada 'El Pendo 1997-2022. 25.000 años de arte. 25 años de historia', cuya primera edición -agotada en apenas días- ya ha sido reeditada.
Y ayer, Montes volvió a insistir en la importancia que tienen conmemoraciones como estas, en las que se ha implicado a la sociedad desde diferentes niveles. E hizo un guiño al futuro: emplazó a los asistentes a que, dentro de otros cinco lustros, «celebremos medio siglo del descubrimiento».
El acto de ayer, que coincidió con la conmemoración del Día Internacional del Arte Rupestre, sirvió para poner en valor el patrimonio que se esconde en el municipio e incluyó, además, la presentación del sello y matasellos oficiales del descubrimiento de la cueva de El Pendo, un material que Correos ya ha puesto en circulación y que se suma al amplio abanico de los sellos de arte rupestre, donde ya se han representado cuevas como las de Altamira o Covalanas.
De hecho, ayer, los asistentes al parque Lorenzo Cagigas no sólo pudieron disfrutar de la cueva en su versión digital, también hacerse de los primeros sellos y matasellos del aniversario de El Pendo y, de paso, recibir un ejemplar de la guía ilustrada.
Además de investigadores responsables del hallazgo, el acto contó con la presencia del presidente de la red de Desarrollo Rural de Cantabria y secretario de los Itinerarios de Arte Rupestre, Leoncio Carrascal; el presidente de la Federación Filatélica de Cantabria, Constantino Ruiz; el miembro del Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica (Caeap), Valeriano Teja; la alcaldesa, Esther Bolado, y el concejal de Desarrollo Local, Eugenio Gómez.
Todos ellos coincidieron en la importancia que ha tenido que el Ayuntamiento haya tenido «visión» para impulsar El Pendo y que, para ello, se haya apoyado en profesionales. «Y en siete años hemos pasado de los 3.000 visitantes anuales a los 15.000», dijo el concejal a modo de apunte.
El acto de ayer, que contó con numeroso público, puso el broche de oro a los actos que desde el pasado mes de julio se han venido programando por el veinticinco aniversario del descubrimiento de las pinturas de El Pendo para acercar esta cavidad a la ciudadanía de dentro y fuera de la región.
Con esta efeméride, el municipio también cumplió el doble objetivo de sumarse al Día Europeo del Arte Rupestre, una iniciativa promovida por la Comisión Europea dentro de la programación de sus Jornadas de Patrimonio. Esta cita se ha sucedido de manera paralela en otros rincones del mundo. En concreto, en ocho: donde se albergan expresiones rupestres que pueden ser visitadas. El objetivo, concienciar a la sociedad sobre el interés y fragilidad de este excepcional Patrimonio de la Humanidad.
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