Camargo estudia dar un uso deportivo y social al antiguo psiquiátrico de Parayas

Esa es la prioridad del Consistorio en estos momentos. De ahí los encuentros que el equipo municipal y el departamento de María Sánchez han mantenido este pasado noviembre. Se han reunido, han estudiado la situación administrativa del edificio, han hablado sobre los cauces por donde abordar esta gestión y hasta han visitado las instalaciones, actualmente regladas para un uso exclusivamente sanitario. Eso es lo que hay cambiar una vez que la posesión del antiguo psiquiátrico quede traspasada a competencias municipales. Antes de rehabilitar el inmueble y destinarlo a cualquiera de los planes, la Consejería tiene que desafectar su uso. Compatibilizarlo jurídicamente a futuros usos y librarlo de su identidad sanitaria.

Entre tanto, y el Ayuntamiento prefiere no hablar de fechas concretas, el trabajo entre ambas administraciones consiste fundamentalmente en estudiar qué utilización tendrá esta superficie. Y eso es lo que aún no está claro. La apuesta más firme que ha compartido el Consistorio hasta hoy ha sido la de transformar el sanatorio en un nuevo centro deportivo de alto rendimiento, un proyecto motivado por «el volumen de deporte de alto nivel» que hay en el valle, como declaraba hace unos meses la alcaldesa, Esther Bolado.

No hace tanto tiempo que el inmueble clausuró su particular capítulo en el ámbito sanitario. El antiguo Psiquiátrico de Parayas cerró la historia de su declive con su traslado al Hospital de Liencres en octubre de 2016, después de que Sanidad comprobara de primera mano su situación «intolerable» y ordenara su cierre definitivo. El cerrojazo llegó tras la falta de inversión durante sucesivas legislaturas y los cambios en el modelo asistencial, un cúmulo de circunstancias que acabó debilitando un hospital inaugurado el 28 de agosto de 1975 como ejemplo de modernidad.