Una intervención en el año 2010 del Ministerio de Medio Ambiente lo cambió todo para una zona que, para hacerse a la idea, en los años 70 llegó a utilizarse como «vertedero de basuras de los municipios de Camargo y Astillero». Ahora la idea es seguir recuperándola. Es el propósito que persiguen estas y, anteriormente, las anteriores labores que el Consistorio ha realizado en esta zona, como han asegurado la alcaldesa, Esther Bolado, el concejal de Servicios, Jesús María Amigo, y la de Juntas Vecinales, Marián Vía. Ahí están las nuevas dieciséis plazas de aparcamiento habilitadas hace meses, los otros ocho estacionamientos ya existentes en otra zona en las inmediaciones del parque, todos los trabajos de limpieza destinados a eliminar la maleza y los plumeros desde 2017 y la plantación de más de un centenar de árboles a cargo del Club Rotario Valle de Camargo y el Ayuntamiento.
Por su parte, hace unos días finalizó el plazo de entrega de propuestas para poner nombre al parque a través del concurso organizado por la Junta Vecinal de Maliaño en colaboración con la concejalía de Educación y Familias, cuyo resultado se dará a conocer una vez el jurado haga pública su decisión.
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