Camargo, un municipio sostenible

Basta con fijarse un poco en los datos. Año 2011: en Camargo vivían 31.552 personas y se lograron reciclar 310.260 kilogramos de plástico. Ocho años después, en 2019, y superando a duras penas –por un par de cientos– la barrera de los treinta mil habitantes, los vecinos llevaron hasta los contenedores de basura hasta 145.702 kilos más de estos envases, 455.962 en total. Menor población; mayor apuesta por la reutilización. El aparente contrasentido puede deberse a diferentes explicaciones: un repunte del respeto hacia el medio ambiente en la última década, el posible incremento de materiales plásticos en su día a día… Todo influye. También todas las iniciativas enfocadas al cuidado del entorno impulsadas por el Ayuntamiento. El objetivo está claro: ser un municipio cada día más sostenible.

Para lograrlo es fundamental que la reutilización de los residuos orgánicos, el vidrio o la ropa, entre otros, estén a la orden del día, y eso no es algo que surja de la noche a la mañana. En municipios como Camargo cobra especial importancia que la agenda cuente, de una forma prácticamente maquinal, con una batería de medidas y planes volcados con el respeto hacia la naturaleza. Eso es precisamente lo que viene haciendo el valle en los últimos años:enraizar una serie de proyectos al calendario de cualquiera de sus ocho pedanías.

En el barrio La Maza de Revilla, por ejemplo, es donde se ubican las Huertas Municipales Sostenibles, un activo en forma de 7.700 metros cuadrados –de la Obra Pía Juan de Herrera– a disposición de todos los vecinos y agrupaciones del municipio. Y su uso aglutina a cada vez a más personas: plantan sus hortalizas, cosechan alimentos, practican la agricultura ecológica y organizan actividades infantiles.

El mismo compromiso viene demostrando la población de Camargo en las Campañas de Repoblación Forestal, una iniciativa que sólo el año pasado repartió entre los habitantes 3.231 árboles de distintas especies. Cumplir los objetivos de este programa es mucho más fácil gracias a la colaboración de vecinos y colectivos sociales, que ayudan a fomentar el cuidado y protección de los árboles y los bosques así como a restaurar las zonas degradadas. Para hacerse una idea, sumando las 28 campañas realizadas hasta ahora en el municipio, el Consistorio ha proporcionado cerca de 129.000 árboles autóctonos, frutales y de plantas aromáticas a los hogares.

Paliar los efectos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad también centra la lista de deseos del programa de fomento del compostaje doméstico, una método interesante para lograr un fertilizante de calidad y ecológico para los huertos y por el que el ya se ha interesado medio centenar de camargueses dentro de las dos campañas iniciadas, en 2017 y 2019. La Administración les ha acompañado en ese pacto, entregando a cada familia herramientas como composteros, agitadores, básculas, recogedores y manuales de compostaje para disminuir así los residuos orgánicos generados en los hogares al tiempo que obtienen un abono de calidad.

Y hay más. El reparto de mil embudos gratuitos destinados a fomentar el reciclaje de aceite da una idea de la cotidianidad a la que aspira la apuesta medioambiental. Igualmente ocurre con la recogida de ropa usada que, en el marco del convenio que el Ayuntamiento mantiene con Ecolabora Cantabria –empresa promovida por Koopera y Cáritas Diocesana–ofrecer abrigo a la gente que más lo necesita y, a su vez, genera puestos de trabajo entre personas en situación de vulnerabilidad. Para tomar nota:una vez que las prendas se recogen, se seleccionan –o se reciclan, si no son reutilizables o no reúnen las condiciones–, se higienizan y se comercializan en la tienda 'Koopera', ubicada en la calle Cádiz de Santander.

Todo lo anterior tiene una incidencia directa en los datos de reciclaje, en la conciencia social del municipio. Lo publicaba este periódico la semana pasada: Camargo recicló 482.391 kilos de vidrio en 2019, hasta un 14,3% más que el año anterior. La recogida selectiva del valle tiene su gran centro de operaciones en el Punto Limpio de La Maruca (Maliaño) gestionado por MARE.

Para hacerse a la idea, este espacio registró 37.352 usuarios en 2018, lo que no sólo supuso un incremento de 15.023 personas con respecto a 2015 sino que aglutinó al 13,8% de los usuarios de Puntos Limpios de toda Cantabria. ¿Qué materiales se depositaron de manera más frecuente?La clasificación la lideran los escombros (4.621 toneladas), seguidos de restos de jardinería y podas (1.736 t.), voluminosos valorizables (1.529 t.), los no valorizables (1.510 t.), madera (392 t.), vidrio plano (97 t.) aparatos electrónicos (36 t.), metales y chatarra (29 t.), electrodomésticos (20,8 t.) y finalmente papel y cartón (20,2 t.).