Camargo replantea la mejora del acceso a El Pendo tras el informe de Patrimonio

No es que sea una obra de gran magnitud o que entrañe labores fuera de lo común. La única particularidad que complica la situación es su cercanía a una cavidad considerada no sólo Bien de Interés Cultural sino Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Para hacerse una idea, el proyecto se limita a mejorar el vial que desciende hasta la entrada, renovar el pavimento, ensancharlo y, ya en el último tramo -a pocos metros de la zona de la caseta, en la foto- destinar una explanada al aparcamiento de autobuses. Esta última actuación es indispensable para que la llegada de autocares sea posible. Sin ella, no hay espacio para maniobrar.

El Ayuntamiento de Camargo, siguiendo los cauces obligados por la Administración cuando se trata de obras cercanas al erario patrimonial, presentó ese anteproyecto hace unos ocho meses al Gobierno de Cantabria. Situación hoy: el informe de la Dirección General de Patrimonio en colaboración con la Universidad de Cantabria (UC) admite la ejecución de las obras ubicadas lo bastante lejos de la entrada a la gruta. Todas aquellas que quedan a menos de 250 metros de El Pendo -como la adecuación del aparcamiento para autobuses- podrían afectar a su equilibrio natural y no son viables, según argumentan los técnicos.

La respuesta de Patrimonio obliga a Camargo no sólo a dividir el proyecto sino a pensar en el encaje de la sección más delicada -y fructífera de cara a las visitas- de los trabajos. En el Ayuntamiento ya contemplan la posibilidad de buscar una segunda opinión diferente a la de la UC, otro organismo que a consultas de la Dirección General pueda emitir un criterio distinto sobre la afectación de las labores, fundamentales para dar un paso clave en el flujo de visitantes a la cavidad, estandarte turístico por excelencia en el municipio.

El tesoro que Patrimonio está obligado a preservar es de gran valor. La guarida posee un yacimiento que abarca desde el Paleolítico Medio -84.000 años de antigüedad- hasta la Edad de Bronce, y no para de desvelar nuevos secretos según van pasando los años. Hay pinturas de hace 20.000 años, representaciones de entre 16.500 y 14.000 atrás, evidencias de vida neandertal de hace 60.000... Es como una biblioteca de la historia de la humanidad.

Atraídos por esa herencia impalagable, los turistas dan cada vez más razones al municipio para apostar por la cueva. Más allá de las cifras -de 5.780 visitas en 2013 a 11.124 en 2018, por ejemplo- y una pandemia que sigue marcando la seguridad de las excursiones, la cavidad ha logrado crear, junto al resto de cuevas de Cantabria, una lanzadera sin parangón para atraer a turistas e investigadores de todo el globo.

Siempre atento a las noticias que emergen de su interior, el equipo de gobierno viene trabajando en fortalecer ese foco de atención desde hace cerca de dos años. Antes de que el proyecto original cobrara fuerza, de hecho, se estudió incluso la posibilidad de crear una conexión entre el acceso original y el barrio San Pantaleón, una idea finalmente descartada por el Ayuntamiento.