Camargo requiere una reunión a Fomento para encauzar el soterramiento de las vías

Hace exactamente un mes, preguntada por la evolución del proyecto para soterrar las vías de tren a su paso por el casco urbano de Maliaño-Muriedas, la alcaldesa de Camargo, Esther Bolado (PSOE), fiaba el cumplimiento de los plazos a una sola cuestión, la formación de un Gobierno de España, «la estabilidad». Entonces faltaban aún cuatro días para que Pedro Sánchez fuera investido presidente y, con él, esa misma semana, fueran tomando posesión de sus cargos los nuevos miembros del Consejo de Ministros. De las 23 carteras prometidas en el Palacio de la Zarzuela, una fundamental: la de Fomento -desde aquella fecha renombrada como Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana-, dirigida por José Luis Ábalos. Él es el interlocutor que necesita el Ayuntamiento para encauzar cuanto antes el cubrimiento, acordar la financiación e ir subrayando en rojo los días clave en la hoja de ruta municipal.

Hoy, resuelta la gobernabilidad de los socialistas con Unidas Podemos, Bolado ya no contempla otros motivos para seguir aplazando el encargo pendiente, y por eso ella y el equipo de gobierno requieren al departamento una reunión para agilizar el soterramiento cuanto antes y, desde luego, «hacerlo en esta primera mitad del año», como encomendó la regidora.

El proyecto inicial, sobre el papel, ya está acabado. Sólo falta un compromiso claro desde Madrid para dotarlo económicamente y ponerlo en marcha. «El compromiso es seguir adelante, pero necesitamos que se hable de números y sea una cuestión real. Ponerle cifras», acentúo la alcaldesa, que mantuvo un encuentro con el también secretario de Organización del PSOE en febrero del año pasado, en un acto del partido en el Hotel Santemar de Santander. «Me dijo que su intención era continuar. De hecho, en el borrador de los Presupuestos -que luego no salieron adelante- estaba previsto casi un millón de euros para poder empezar las obras», recordó.

El Consistorio contempla ahora dos vías distintas para que el proyecto no quede diluido en la lista de compromisos de Ábalos. Hacerse escuchar. Una es solicitar sus demandas a nivel institucional, como Ayuntamiento; y otra, a través del partido. Sea como fuera, el objetivo es el mismo: «Queremos que nos reciban antes de la primera mitad del año».

Lo que fundamentalmente persigue el equipo de gobierno con esta reunión es acordar la financiación de las obras. Para hacerse a la idea, el Consistorio quiere acordar un nuevo reparto de los cerca de cinco millones de euros que cuesta la obra. Una contribución distinta a la pactada con el entonces Gobierno de Mariano Rajoy en marzo del 2018, según la cual el Ejecutivo central asumiría el 50% de esa cantidad, el Gobierno de Cantabria, un 30% y, Camargo, el 20% restante.

El Ayuntamiento quiere darle una vuelta. Como tiene que costear también las labores de urbanización del entorno -la 'transición' a ambos lados- el equipo municipal propondrá «ese mismo reparto -50,30 y 20%- pero del computo total de la obra, o bien que Fomento financie al 100% el soterramiento y, el municipio, por su parte, el 100% del entorno», como avanzó la alcaldesa.