Camargo reserva un millón de sus cuentas para comenzar a cubrir las vías en 2022

Pero la situación provocada por la pandemia del covid no ayuda. Los procesos de los que depende el cubrimiento de las vías, ya lentos, se retrasan. El Ayuntamiento de Camargo sigue trabajando con la idea de iniciar las obras a lo largo del año que viene, «que era la previsión inicial», pero hacer un pronóstico resulta imposible. Entre tanto, el equipo de gobierno no ceja en su empeña por intentar que las máquinas lleguen a Maliaño y Muriedas el año que viene. «No renunciamos a esa previsión», declara la regidora, enfocada en intensificar los encuentros tanto con el Gobierno de Cantabria como con el ministerio que dirige José Luis Ábalos, obligado a mantener la paciencia de otras muchas comunidades autónomas -que están pendientes de otros grandes proyectos que requieren la ayuda y el permiso del Estado en Madrid-.

Lo importante, y viene siendo así desde el principio, es que el encargo municipal no se diluya entre las decenas de proyectos y solicitudes que baraja el departamento central. Desde que se esbozaron los primeros planos en la sede municipal, el equipo de gobierno camargués se ha volcado como en pocos momentos para que sea así, tanto en Peña Herbosa como en Moncloa. De hecho, y en ese sentido, los objetivos marcados por el Consistorio han pasado de concertar cada cita hasta, sobre todo, apuntalar todos los detalles de un proyecto que cuesta cerca de 9,5 millones de euros, otro de los temas fundamentales para el Ayuntamiento de Camargo en lo que se refiere a este plan.

Ahí es donde entra la división del presupuesto. El municipio se encuentra ahora mismo en un proceso de negociación para intentar cambiar el reparto de la financiación. Desde hace meses el Consistorio viene manifestando su intención de racionar el montante total de la obra tomando como ejemplo los esquemas para la integración ferroviaria de Santander o el soterramiento en Torrelavega: el 50%, el Ministerio; 30%, el Gobierno de Cantabria y un 20% el Consistorio. Pero la reivindicación va más allá que el mero reparto, y el objetivo fundamental del equipo municipal es que esa distribución incluya no sólo la obra del cajón para cubrir las vías sino también los trabajos de urbanización que siguen inmediatamente después.

Para hacerse una idea más concreta de los trabajos que llegarán a Camargo, el Ayuntamiento contempla el proyecto al menos en dos fases. La primera, valorada en cinco millones, de los que se encargaría exclusivamente el Gobierno de España, se refiere al cubrimiento en sí mismo, a la construcción de una losa a modo de «cajón» de 274 metros de longitud para cubrir las vías desde el puente de la calle Rufino Ruiz Ceballos y el parque Lorenzo Cagigas. El segundo paso, ya asumido por el Consistorio, costará unos 4,5 millones y estará enfocado exclusivamente a la transición y urbanización de ambas márgenes mediante «dos viseras laterales».

Lo imprescindible ahora para Bolado y su equipo es que los plazos no se demoren. Y si se demoran, que no lo hagan durante mucho tiempo y las declaraciones no se vuelvan en su contra a ojos de los vecinos. El paso al que avanzan las obras ha sido precisamente objetivo de polémica y críticas en algunos momentos de la presente legislatura.

Para muestra, el Partido Popular de Camargo, con Amancio Bárcena a la cabeza, que ya lamentó a finales del año pasado el ritmo al que se viene desarrollando este proyecto, aún en los despachos. De ahí el reproche del responsable: «La alcaldesa no ha sabido hacer valer la reivindicación de los vecinos», lamentó entonces el líder del PP en contraposición a la labor del regidor de Torrelavega, Javier López Estrada, quien, «tras tan solo un año al frente, ha logrado una financiación cien veces superior para una obra similar».