El centro comercial Bahía Real abrirá en la primera semana de diciembre

Agentes externos al margen, todo lo que está en manos de Bahía Real avanza sin problemas. Tanto los operarios que trabajan en la edificación a las afueras de Maliaño como los responsables que coordinan la apertura con las tiendas que ocuparán el recinto han conseguido que los plazos pactados en noviembre del año pasado no se vean afectados por la pandemia del coronavirus. Las dudas y los «posibles retrasos» de los que se curaban en Citygrove en los días de mayor incertidumbre –en las primeras semanas de la crisis, cuando, aún así, mantenían sus objetivos de abrir en diciembre– seis meses después ya están completamente despejados.

«Todo va según lo esperado», decían. Como ahora, pero conscientes de que cualquier imprevisto pudiera trastocar algún detalle. Hoy, a diferencia de entonces, no existe una parálisis de los empleos considerados «no esenciales» por parte del Gobierno de España ni las posibles demoras que podían llegar a sufrir las subcontratadas. El panorama que dibujaban era claro y optimista pero realista. Hoy, en cambio, la promotora del megaproyecto comercial sólo contempla el escollo de un futurible empeoramiento de la situación sanitaria. «Por lo demás, todo va sobre ruedas», insisten desde Citygrove a tres meses de la fecha límite.

Esa valoración la extienden tanto a las labores sobre el terreno como a las conversaciones en los despachos. Y en el primer caso basta con dar un paseo por las afueras de Maliaño para comprobar el ritmo al que han trabajo los operarios de obra. Las labores ya se encuentran en la fase de obra privativa o, dicho de otra manera, «el centro comercial ya está acabado, salvo algún pequeño trabajo exterior –fachadas, etc.– y, de hecho, las tiendas ya están atareadas en el interior realizando sus obras interiores». Y no son pocos los operadores que creen en las posibilidades del nuevo recinto y han querido cobijarse bajo el paraguas de Bahía Real, hoy con un «exitoso» dato de ocupación del 95%.

Eso es fruto del trabajo en las oficinas, conversaciones con los futuros inquilinos que también han superado la inquietud inicial a causa del virus. De las llamadas y los correos electrónicos constantes a la espera de la evolución sanitaria, los teléfonos han pasado a sonar fundamentalmente para alargar la cola de negocios que quieren cobijarse en el paraguas de Bahía Real, según informa la compañía: «Tenemos cola para entrar y, sin duda, va a ser un proyecto muy bueno y positivo para Cantabria».

Tiendas de ropa, deporte, restauración.... Un total de 20 locales comerciales y de ocio, salas de juego en línea y, ya para primavera –como establece el acuerdo alcanzado con las promotoras–, otras nueve salas de cine «de última generación» darán vida al solar de 20.000 metros cuadrados que evoluciona junto a la S-20. El proyecto es «muy bueno para Cantabria» y, según viene prometiendo Citygrove, creará 400 empleos directos y otros 500 indirectos.

Su impacto ilusiona al equipo de gobierno municipal. La alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, sin ir más lejos, ha reiterado en más de una ocasión la «oportunidad» que supondrá Bahía Real para las diferentes esferas del valle gracias a la atracción de visitantes tanto a las inmediaciones del espacio comercial como al propio casco urbano. La regidora no duda en calificarlo ya como «el proyecto más importante del último cuarto de siglo llevado a cabo en el municipio».

Y esa misma opinión llega en palabras de muchos comerciantes del centro, aunque no todos. En el comercio de Maliaño-Muriedas existe confianza y desánimo a partes iguales. Están los empresarios que, en línea con la opinión de la alcaldesa, confían en que un gran espacio de compras pueda atraer a sus tiendas a los consumidores de Camargo y otros municipios, pero también aquellos a quienes preocupa que la magnitud y variedad de las tiendas pueda absorber al grueso del público habitual. Entre tanto, todos ellos coinciden en una reivindicación, la mejora del aparcamiento en el casco urbano, una cuestión que la alcaldesa confía en abordar con el soterramiento de las vías.