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Los dos actos de conciliación celebrados este viernes en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla) entre los comités de huelga de las adjudicatarias del servicio de limpieza viaria y de la recogida de basuras de Camargo y las empresas, Sintrasa y Geaser, ... se cerraron sin avenencia. La falta de acuerdo ha enconado ambos conflictos laborales, con las dos plantillas en huelga desde la madrugada del pasado viernes y unos servicios mínimos que han sido denunciados por «abusivos» y que, advierten, no se pueden cumplir.
El secretario de organización en USO Cantabria y asesor en sendos conflictos, José Ramón Hoz, lamentó este viernes que ninguna de las dos empresas hayan hecho «el más mínimo movimiento» en el encuentro ante el Orecla, ya que han mantenido las mismas propuestas que plantearon a los trabajadores el pasado lunes, las cuáles, dijo, fueron rechazadas porque «no respetan el poder adquisitivo» de los empleados. Ambos ofrecimientos, además, advirtió Hoz, quedarían supeditados a que el Ayuntamiento adelantara el dinero, lo que, a su juicio, tampoco sería factible.
El asesor sindical explicó que ambos conflictos tienen en común que sus respectivos convenios colectivos llevan finalizados desde 2021, con unos salarios congelados desde entonces.
En cuanto a Geaser, la empresa propone una subida del 6,25% para el año en curso y el anterior, repartida en un 3% para 2023 –el IPC se situó en el 5,7%– y del 3,25% para 2024. Un compromiso que entraría en vigor a partir de la firma del convenio y en el que, según USO, no se reconocen los atrasos y tampoco hay cláusula de revisión. Esta postura «está muy lejos de la pretensión social», dijo Hoz, porque los trabajadores se conforman con un 3,5% para 2023 y un porcentaje superior al IPC para 2024, «para recuperar lo perdido».
Respecto a Sintrasa, la empresa propone un 3% para 2023 y un 5% para este año –sin atrasos–, pero los trabajadores piden una subida correlativa al IPC desde 2021, que supone cerca del 12%.
Con un conflicto enquistado, el secretario de organización consideró que «solo el alcalde puede parar esta situación». Aún con todo, Hoz aseguró que da la sensación de que el Ayuntamiento «no conoce la realidad del servicio», cuando han instaurado unos servicios mínimos sobre un número de trabajadores que «no« es el que en la actualidad está operativo.
Por ejemplo, dijo, en el caso de Sintrasa se ha estipulado ese 50% sobre 24 trabajadores, cuando en realidad hasta antes de la huelga la plantilla en activo era de un total de 15 personas –el resto de los empleados está de vacaciones o de baja–. Por ello, recordó, el sindicato ha denunciado por «abusivos» los servicios mínimos implantados en ambas plantillas.
Además, Hoz informó de que el Ayuntamiento ha comunicado que son ahora las empresas las que deben determinar qué medios humanos necesitan para cumplir con ese 50%.
Como se recordará, en una huelga anterior, Sintrasa ya fue sancionada por el Ayuntamiento camargués por el incumplimiento de los servicios mínimos.
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