Los empleados de limpieza de Camargo urgen al Ayuntamiento que renueve el contrato

Los empleados que conforman los servicios de Recogida de Residuos y Limpieza Viaria en Camargo, de las compañías Geaser y Sintrasa, se han concentrado este martes frente al Ayuntamiento para denunciar las condiciones laborales que, a raíz de los retrasos en la licitación del nuevo contrato municipal, arrastran los trabajadores de esta prestación. «No son de recibo. Estamos con el convenio vencido, con vehículos viejos y medios que ponen en riesgo nuestra seguridad y la de los ciudadanos», ha sintetizado el secretario de organización de la Unión Sindical Obrera (USO) en la plantilla, José Ramón Hoz, voz cantante de una movilización que, junto a otros representantes, ha llegado incluso hasta el Pleno municipal. «Trabajar así es una peripecia», ha insistido aquí uno de los empleados del servicio, antes de preguntar por fechas exactas y urgir al Ayuntamiento a renovar un contrato que está «obsoleto», como también ha reconocido la alcaldesa, Esther Bolado: «Soy consciente. Nos interesa garantizar su seguridad y prestar un buen servicio a los ciudadanos. Ahora mismo no lo estamos haciendo».

Es la gran pregunta que ha sobrevolado la protesta: ¿cuándo licitará el Consistorio de Camargo el nuevo contrato unificado de Servicio de Recogida de Residuos y Limpieza Viaria? El Ayuntamiento, que lleva meses enfrascado en este proceso, asegura que procederá a la apertura de los sobres la semana que viene, «el 3 de mayo». Ese día, el equipo de gobierno elegirá a una de las empresas aspirantes al contrato, de ocho años de duración y valorado en 20 millones de euros. Eso no significa necesariamente que el servicio se modernizará de un día para otro. Con suerte, y si las previsiones que hacen en Muriedas no fallan, los empleados de limpieza podrían empezar a ver renovadas sus condiciones, vehículos y medios en general después del verano, más bien cerca de finales de 2022.

Hasta entonces, la plantilla seguirá conduciendo unos camiones «chatarra» –en servicio desde 2004– y ejerciendo en una situación de «inseguridad». Porque «el retraso tiene consecuencias graves y la situación no es de recibo», ha lamentado Hoz, satisfecho pese a todo a la unificación que propone el nuevo contrato de basuras. Ya no habrá 24 empleados de Sintrasa y otros 14 de Geaser. Con el nuevo acuerdo será una única firma la que desarrolle las labores, una de las novedades de un acuerdo que, además de estrenar 600 contenedores, se propone mejorar de forma exponencial las condiciones de un servicio evidenciado por las quejas vecinales..

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