Los empresarios del polígono de Otero se quejan del reiterado vertido de basuras

El Consistorio, que es a quien se dirigen las quejas de los empresarios y que, de hecho, ayer mandó un camión para retirar los residuos, ya considera esta zona «un punto negro» víctima del «nulo civismo de algunas personas». Por eso pide colaboración a los propietarios para que avisen cada vez que sean testigos de las infracciones, algo que ya hacen pero que tampoco ven como la solución más adecuada: «No tenemos que hacer de policías». El resultado es el de siempre, el de una zona industrial convertida en un improvisado basurero desde hace casi veinte años.

Ese es el tiempo aproximado que lleva instalado en el polígono Antonio Bautista, gerente de la empresa INEA. Como muchas de las compañías, sigue esperando una solución de fondo por parte del Consistorio, pero la situación permanece igual. «Da pena verlo. Hay de todo y lo tenemos en frente de la nave, al lado, y ya tampoco sabemos qué hacer», lamenta el responsable, antes de apostar por las cámaras de seguridad para ahuyentar a los maleducados. El cartel de «prohibido tirar basura fuera de los contenedores» que hay junto a los contenedores ya ha dado muestras suficientes de su ineficacia. «Si hubiera cámaras la gente no lo haría», zanja Bautista.

¿Y el Ayuntamiento qué hace? De momento trata de retirar los restos cada vez que los empresarios avisan de esta suciedad, lo que por desgracia ocurre con cada vez más frecuencia. La mala educación de algunos no tiene límite.

De hecho, el concejal de Servicios Municipales, Jesús María Amigo, se mostró muy preocupado ante la situación que atraviesa este entorno, por donde ayer mismo se pasó un camión de la limpieza a recoger los colchones y muebles abandonados. «Desgraciadamente se trata de un punto negro que es empleado por algunas personas con nulo civismo para depositar allí la basura, y constituye un problema que también afecta a los municipios de Santander y Bezana, dado que este polígono se ubica en los tres municipios», desplazó, al tiempo que recordaba las multas que muchos de estos infractores han tenido que asumir en los últimos tiempos, «aunque no siempre resulta sencillo identificar a los autores».

Esa es la razón por la que piden «la cooperación de las empresas para que nos avisen en caso de que sean testigos de este tipo de comportamientos, para que se pueda actuar con mayor rapidez». Y eso también es precisamente lo que hacen desde INEA, que ha mostrado fotos y vídeos de estas infracciones al Consistorio en numerosas ocasiones, llegando incluso a firmar una misiva conjunta con otras compañías del polígono para que, de una u otra forma, el problema de la inmundicia llegue a su fin. Con todo, aseguran: «Ese no es nuestro trabajo, comenta indignado el gerente quien, incluso, ha tenido que ver a trabajadores del mismo polígono volcando desperdicios en la zona, los mismos que algún día espera ver 'cazados' gracias a cámaras de vigilancia. Entonces se vería que «hay de todo, desde particulares que pasan con el coche hasta empleados de compañías de aquí mismo y dejan todo hecho un asco».